El independentismo catalán, vasco y gallego vuelve a cerrar filas en el Congreso de los Diputados. Esta vez, para intentar investigar la presencia de la extrema derecha en el Ejército español. Por este motivo, los grupos de ERC, JxCat, la CUP, EH Bildu y el BNG han registrado este martes una comisión de investigación en la cámara baja. No sólo piden investigar esta "presencia", sino también las "eventuales intromisiones, injerencias e influencia de la misma, a través de la jerarquía militar, en los poderes ejecutivo y legislativo".

Las formaciones independentistas ponen "ejemplos recientes", como las conversaciones en grupos de WhatsApp "en las que algunos oficiales en la reserva pedían el fusilamiento de millones de ciudadanos", en una "muestra clarísima de incitación al odio filofeixista". De la misma, ponen encima de la mesa la carta de los oficiales retirados al rey Felipe VI para "interceder directamente sobre el rumbo político" del Estado, pero también las grabaciones publicadas de militares en activo haciendo apología del fascismo.

En su exposición de motivos, los partidos firmantes hacen un repaso histórico: "Hemos ido viendo, desde la implantación del régimen constitucionales, como en varias ocasiones los estamentos militares han intentado marcar la pauta de la esfera pública institucional con pronunciamientos explícitos". En este punto hacen referencia al intento de golpe de estado del 23-F. Y constatan que a pesar de las "reformas del funcionamiento de las estructuras castrenses" desde los años 80, enviando promociones enteras a la reserva, "se han dejado ver, oír y escuchar en múltiples ocasiones las pulsiones ultraderechistas existentes en el seno del ejército".

 

Los grupos que han registrado la iniciativa aseguran que este "constante goteo de evidencias" pone de manifiesto la "presencia extensa" de la extrema derecha en las fuerzas armadas españolas. "Ante esta preocupante realidad los poderes públicos electos tienen la obligación de establecer todos los mecanismos a su alcance para evitar la influencia del ejército en la toma de las decisiones políticas y eliminar de raíz toda pulsión filofascista, así como cualquier capacidad de influencia en la vida pública", concluyen al respecto.

Entre otras funciones, la comisión parlamentaria debería investigar los detalles de esta extrema derecha militar y su funcionamiento, pero también elaborar medidas de control, investigación y sanción para garantizar la obligatoriedad de neutralidad política del Ejército.

Lo más probable, sin embargo, es que el PSOE acabe impidiendo su tramitación como ha hecho con las comisiones de investigación de la corrupción de la monarquía. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha dedicado las últimas semanas primero a negar y después a minimizar esta presencia entre los militares en activo, a pesar de las evidencias.