El suplicatorio de Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín ha ampliado la grieta entre los dos socios del Gobierno. Una vez más, ayer se evidenciaron las diferencias políticas, y se ha vuelto a hacer público este miércoles en la sesión de control en el Congreso de los Diputados. Algunos rivales, como Pablo Casado, le han sacado el tema a Pedro Sánchez, que lo ha esquivado y no le ha dedicado ninguna palabra. En cambio, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, sí que ha cogido el asunto por los cuernos. El resultado ajustado de la votación le ha servido para recordar que existe un "problema político".

En su respuesta a Teodoro García Egea, mano derecha de Casado en el PP, el líder de Podemos le ha recordado como el suplicatorio de los tres eurodiputados de Junts "apenas pasó del 50%" de los votos afirmativos. Y lo ha comparado con los resultados de los dos últimos suplicatorios en el Parlamento Europeo, que superaron el 95% de los votos a favor. Dicho esto, ha reclamado una reflexión: "Reflexionen si hay un problema político o no hay un problema político". En cambio, Pedro Sánchez no ha querido referirse a ello.

 

De hecho, tan sólo unos minutos antes, Pablo Casado ha reclamado el cese de Pablo Iglesias como vicepresidente segundo, después de que Podemos votara contra el suplicatorio en el Parlamento Europeo. "Sólo por eso tendría que cesar hoy mismo a su vicepresidente", ha asegurado el jefe de la oposición. Pero Sánchez se ha limitado a reclamarle que haga una "oposición con sentido de Estado" y a dejar de ser "el aperitivo del plato fuerte que viene después", en referencia a la extrema derecha de Vox.

Socios divididos

La unidad de acción de los socios de La Moncloa se ha vuelto a resquebrajar. Esta vez, en Bruselas, en el Parlamento Europeo, donde se votó el suplicatorio de los eurodiputados Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín. Salió adelante con 400 votos a favor, 248 en contra y 45 abstenciones. Entre los  estaban los del PSOE, pero entre no los había los de Unidas Podemos. La onda expansiva ha llegado hasta Madrid, donde las dos formaciones, que gobiernan juntas, han vuelto a escenificar sus grandes diferencias políticas, ya evidenciadas en otros frentes durante las últimas semanas y meses. Desde la parte socialista han acusado al socio pequeño de "votar como Le Pen". Pablo Echenique respondió recordando que unirse al PP y Vox en la votación no es la vía política que defendió Sánchez para Catalunya.