La unidad de acción de los socios de La Moncloa se ha vuelto a resquebrajar. Esta vez, en Bruselas, en el Parlamento Europeo, donde se ha votado el suplicatorio de los eurodiputados Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín. Ha salido adelante con 400 votos a favor, 248 en contra y 45 abstenciones. Entre los hay los del PSOE, pero entre no los hay los de Unidas Podemos. La onda expansiva ha llegado hasta Madrid, donde las dos formaciones, que gobiernan juntas, han vuelto a escenificar sus grandes diferencias políticas, ya escenificadas en otros frentes durante las últimas semanas y meses.

Las declaraciones de Pablo Iglesias equiparando Puigdemont con los exiliados republicanos ya indicaba por donde irían los tiros. Y hoy se ha escenificado en el Eurocámara. La diputada de los comunes en el Congreso, Aina Vidal, ha avisado de que el levantamiento de la inmunidad parlamentaria "sólo avanza en la judicialización", y ha interpelado tanto al PSOE como a Junts para volver a la mesa de diálogo. En este sentido, Vidal ha defendido que "la justicia no está resolviendo los problemas que tenemos en Catalunya y tenemos que ser los políticos los que les podamos abordar". Por su parte, el portavoz Pablo Echenique ha recordado que unirse al PP y Vox en la votació no es la vía política que defendió Sánchez para Catalunya.

En cambio, desde el lado socialista del Gobierno lo ven de una manera diferente. La misma ministra de Exteriores, Arancha González Laya, se ha felicitado por la decisión, porque "demuestra el respeto" de Europa a la justicia española y envía el mensaje que "los problemas de Catalunya se resuelven en España, no en Europa". Voces del PSOE también han reprochado a Unidas Podemos que en esta votación se hayan alineado con el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen. Laya ha reiterado que, a pesar de todo, mantiene su mano tendida al independentismo para volver a la mesa de diálogo.

Los socios también molestos

Unidas Podemos no ha sido la única formación que ha votado en contra. También lo han hecho algunos de los socios del Gobierno, como es el caso de los eurodiputados del PNV y EH Bildu. La portavoz de la izquierda abertzale en el Congreso, Mertxe Aizpurua, ha denunciado lo que considera una "anomalía democrática", ya rechazada por la justicia belga o la alemana. Otros socios, como Íñigo Errejón (Más País), también han expresado su rechazo al suplicatorio de Puigdemont, Ponsatí y Comín.

El capítulo de los eurodiputados Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí no se ha cerrado con la votación que se ha conocido hoy. Justo acaba de empezar. El Parlamento Europeo les ha levantado la inmunidad, pero ahora el juez Pablo Llarena tendrá que reactivar las euroórdenes si quiere conseguir la detención. El caso quedaría en manos de la justicia belga, que en el pasado ya ha rechazado la extradición de Puig, como la justicia alemana lo hizo con Puigdemont en su momento.