La comparecencia de Pedro Sánchez este miércoles en el Congreso de los Diputados tiene como asunto las cumbres europeas de hace un par de meses. Pero la gran mayoría de miradas están centradas en septiembre, en la ruptura de las negociaciones para la investidura evidenciada este martes. En su intervención, Pablo Iglesias no ha desperdiciado la ocasión. Ha evitado cualquier reproche a su interlocutor socialista. Por el contrario, le ha vuelto a tender la mano" para acordar un gobierno de coalición en base a las propuestas de julio.

"No será satisfactorio para ninguno de los dos, pero saldría ganando la ciudadanía", ha defendido al secretario general de Podemos en su primer turno de palabra, a la espera de la respuesta de Pedro Sánchez. "Se equivocará si hace caso de sus asesores que le dicen que por un escaño más le conviene ir a unas nuevas elecciones", ha advertido Iglesias. Los socialistas hicieron este martes un ultimátum a su contraparte: o aceptan la oferta sobre la mesa o el 10 de noviembre habrá repetición electoral.

Durante el debate con Sánchez, el secretario general de Podemos ha afirmado que existe "una posibilidad de no llevar al país a elecciones" si los socialistas negocian a partir de las propuestas que hicieron en julio. Es por eso que le ha instado a sentarse ambos y no levantarse de la mesa de negociación hasta que no desencallen la situación, con la condición de que ninguno de los dos "se eche atrás".

Fuentes del entorno de Iglesias denuncian que "la única opción que nos dejan es el silencio, porque molestamos". A pesar de todo, hoy por hoy y a doce días de la disolución de las Cortes, en Unidas Podemos mantienen el pulso. "Hoy no parece próxima la posibilidad de una coalición, pero tampoco parecía próxima en junio", señalan estas fuentes. "Tenemos que ser pacientes y esperar", insisten.