Pablo Iglesias ya lo ha advertido hoy: "Calladito estoy más guapo", lo decía para no mojarse sobre un posible pacto con la mirada puesta en las próximas elecciones generales entre Yolanda Díaz e Íñigo Errejón. Pero la frase, extraída de una entrevista a RTVE Catalunya, también se podría trasladar a dos titulares que traerán cola. Por una parte, Iglesias asegura que "el ejército de Ucrania está cometiendo crímenes de guerra pero hay un absoluto silencio mediático en los medios de comunicación y eso genera una enorme desconfianza".

De esta manera, cierne encima de Iglesias la duda de si hubiera aplaudido o no en el Congreso de los Diputados si todavía fuera miembro de esta cámara. Desde IU, la CUP y el BNG se percibió una omisión de los aplausos después de escuchar al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Será una incógnita saber qué habría hecho Iglesias que, tirando de historia, el comunismo y sus ideas políticas, todavía mantiene la equidistancia sobre una invasión por parte del presidente ruso Vladimir Putin en Ucrania o la barbarie perpetrada en Bucha.

"Indicios razonables" de crímenes en Bucha

Precisamente de esta, sí ha admitido que "están todos los indicios razonables y los periodistas apuntan a eso", refiriéndose a que él también cree que son los rusos los autores de la matanza a civiles. Pero Iglesias está convencido de que al otro lado también hay crímenes de guerra aunque no ha concretado cuáles. "Nosotros, en la base, hemos dedicado un programa entero a la masacre de Bucha y lo hemos hecho con toda la transparencia. Pero en una noticia del New York Times, por ejemplo, parece que si los crímenes son de una banda y no de otra no requiere su atención", concluye.

 

Cuestiona Yolanda Díaz

Más allá de la guerra de Ucrania, volviendo a casa, también ha abierto otro melón. Ahora, Iglesias, se arrepiente de haber dado el relevo de su liderazgo a la actual vicepresidenta Yolanda Díaz. "No tengo claro que fuera lo correcto, quizás tendría que haberlo dejado en manos del partido para que organizaran unas primarias, hubiera sido más democrático que dar mi opinión. Quizás me equivoqué y no fue un acierto. Pero tengo la intuición de que si no lo hubiera hecho me hubieran llovido las críticas. Hice lo que en aquel momento consideraba que era correcto. ¿Si acerté o no? Que lo juzgue la gente". Tampoco ha argumentado por qué se plantea si fue un error ni si mantiene discrepancias con el proyecto de Díaz que, precisamente, quiere llevar a cabo en paralelo a su formación al lado de la alcaldesa de Barcelona Ada Colau o la consejera valenciana de Compromís, Mónica Oltra.

Las temáticas han sido diversas. En otras cuestiones más secundarias, Iglesias subraya que "Pedro Sánchez no tiene ningún plan con Catalunya, la gente del PSC o los socialistas valencianos y las Islas Baleares son muy diferentes. Y desde el PSOE no tienen ninguna estrategia pensada ni nada claro sobre qué pueden poner encima de la mesa de negociación". Y añade: "Que no hayan clarificado nada es problemático". A pesar de todo, pide "no despreciar la mesa" donde hay miembros del gobierno del Estado y una parte del Govern de la Generalitat" pero si quieren que se produzcan grandes avances "todos tienen que tener claro cuál es su idea de Estado y sobre todo de España". Iglesias, ahora retirado de la primera fila política, admite que es "muy feliz porque en los aspectos personales" ha tenido confrontaciones con gente que quería mucho. Por eso se reafirma: "No volveré a la política, ¿qué mal me queréis?".