Después de conseguir su mayor éxito político, Pablo Iglesias está reforzado internamente. Es por eso que se presentará a la asamblea ciudadana de Podemos, que tendrá lugar el próximo mes de marzo, y donde optará a la reelección como secretario general de la formación. A diferencia de los dos anteriores Vistalegres, donde se evidenció las diferencias internas, este se espera mucho más tranquilo. En parte, también, porque ya no queda mucha disidencia interna. "Hemos conseguido el principal objetivo político ahora hace seis años: trabajar desde el gobierno para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos", se ha felicitado con motivo del sexto aniversario del partido.

El vicepresidente segundo del Gobierno ha hecho este anuncio durante la apertura del Consejo Ciudadano Estatal este viernes, desde donde ha constatado que tienen una "enorme tarea por delante". Y también ha hecho una advertencia: "Este gobierno nace con enemigos poderosos, que nos golpearán no por lo que hacemos, sino por lo que somos". Ante esta circunstancia, ha apelado a la "unidad del gobierno" para defender un programa de justicia social pero "enormemente moderado".

"Tenemos que poner a punto Podemos para ayudar en las tareas de gobierno al tiempo que tenemos que ampliar la base del partido", ha defendido a Pablo Iglesias. "Es más necesario que nunca poner nuestro partido a trabajar junto con las fuerzas políticas hermanas, que somos Unidas Podemos, para armar con los movimientos sociales un bloque histórico de cambio", ha añadido. El objetivo de la asamblea es "adaptar la organización a los nuevos tiempos que se abren".

Como ya hizo durante el debate de investidura, Iglesias ha defendido que se trata de un programa de gobierno "para hacer de la próxima década la década del constitucionalismo democrático", con respecto a la recuperación de derechos. Pero no se ha olvidado del "reto" de Catalunya, que hay que "abordar desde el diálogo y con inteligencia política". Ante la "crispación" y el "choque institucional" de la derecha, que ha acusado de "dar órdenes" al poder judicial, ha reivindicado la bandera del "diálogo político e institucional".