El ministro de Cultura, Miquel Iceta, fuerza a las bibliotecas públicas a comprar el 50% de los libros en castellano si quieren recibir ayuda de los fondos europeos. El Gobierno iniciará un paquete de ayudas de 10 millones de euros para la adquisición de 450.000 libros.

Según adelantó el diario ARA, las ayudas de 900.000 euros están condicionadas a la compra mínima del 50% del total de libros en castellano. El otro 50% restante se pueden ser en catalán, si así se quiere, y el 10% de estos pueden ser en otras lenguas extranjeras o cooficiales del Estado español. En cambio, a las comunidades autónomas monolingües tiene que ser del 90% en castellano y sólo el 10% en cualquier otra lengua cooficial o extranjera.

Esta maniobra es la primera que desde el Gobierno se hace para imponer una cuota a las bibliotecas públicas a escoger el castellano. Hasta ahora, la elección de los libros siempre las habían hecho las bibliotecas siguiendo criterios profesionales o propios de la empresa.

Un texto inicial mucho más restrictivo

Sin embargo, inicialmente, el ministerio de Iceta había pedido que la compra de títulos en castellano tenía que ser del 87% del total y el catalán se quedaba tan sólo con el 13% restante porque, según el rotativo catalán, "partían del volumen de la producción editorial en las distintas lenguas". Además, otro de los criterios en que había desacuerdo es en el reparto de los 10 millones, que se hará por número de bibliotecas, sin tener en cuenta el número de usuarios, cosa que penaliza las comunidades que tienen más habitantes y más concentración de población.

El reparto ha sido universal para las 4.604 bibliotecas del Estado, de manera que tocarían unos 2.170 euros por centro, con un mínimo de 1.500 euros para gastar para cada biblioteca. Catalunya tiene 430 bibliotecas y recibirá 916.394 euros, el 9% del total.

Crisis del catalán en las bibliotecas

Por contradictorio que parezca, el catalán está en crisis en las bibliotecas. Donde sólo uno de cada cuatro libros está disponible en catalán. Así lo reveló la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, en una respuesta parlamentaria por escrito publicada el pasado 13 de octubre al Boletín Oficial del Parlamento de Catalunya.

De esta manera, y "de acuerdo con los datos existentes en el catálogo de bibliotecas públicas Atenea, hay un total de 1.011.934 títulos registrados". De estos, tan sólo el 25% son en catalán. Es decir, la red de bibliotecas públicas de todo el país sólo tiene 251.209 libros en lengua propia. Por el contrario, la cifra de obras en castellano casi triplica el dato mencionado: 643.703 títulos están disponibles en español, un número que representa en torno a un 64% de los libros de toda la red, según el dato que ha hecho pública a la Conselleria de Cultura.

Imagen principal: Biblioteca catalana ACN