El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha recordado este martes a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que no tiene ninguna obligación institucional de asistir a la manifestación de la Diada que convoca la Assemblea Nacional Catalana (ANC). En una entrevista en Antena 3, Iceta ha dicho que le ha "extrañado" que Colau justifique su posible participación en la movilización del Onze de Setembre por su cargo de alcaldesa de la capital de Catalunya, pero ha añadido que "tiene todo el derecho a asistir".

Además, el líder de los socialistas catalanes ha recordado a Colau que ir a la manifestación convocada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) implica estar de acuerdo con el contenido de la hoja de ruta independentista y sus reivindicaciones.

Las palabras de Iceta llegan después de que la alcaldesa de Barcelona dejara ayer la puerta abierta a asistir este año a la manifestación de la Diada que organiza la ANC porque "encuentra más motivos para ir que para no ir". Según la alcaldesa, hay que salir a la calle para defender "la soberanía de Catalunya, los derechos sociales y nacionales y las instituciones catalanas" y considera que los motivos que han hecho salir a los catalanes en la calle continúan "intactos".

Coscubiela, en contra

De hecho, la decisión de Colau ya fue contestada ayer desde las propias filas de los comunes por boca del diputado de Catalunya Sí que es Pot Joan Coscubiela, que aseguró que la mayoría de votantes de Barcelona en Comú no se sienten impelidos a participar en la manifestación. Por su parte, la líder de C's en el Ayuntamiento de Barcelona, Carina Mejías, lamentó que Colau quisiera ir a una "manifestación independentista".

El año pasado, Ada Colau no participó en la movilización convocada por las entidades soberanistas argumentando que tenía que preservar su perfil institucional. Hay que decir, sin embargo, que Colau manifestó inicialmente su predisposición a asistir pero renunció al considerar que, al coincidir con el inicio de la campaña para las elecciones del 27-S al Parlament, se podía considerar como un acto electoral a favor de las opciones independentistas de Junts pel Sí y la CUP.