La actuación de la Guardia Civil en Sant Carles de la Ràpita ha dejado 40 heridos, según fuentes del Centro de Asistencia Primaria (CAP) de la localidad a la agencia EFE. En el pabellón ferial de la localidad se ha empezado a votar con total normalidad a las nueve de la mañana, sin incidentes. Pero poco después han llegado los antidisturbios del cuerpo armado español, que iban a confiscar las urnas.

El Servicio de Emergencias Médicas (SEM) ha atendido a un total de 45 heridos por golpes de porra de los guardias civiles. Según testigos, la Guardia Civil ha desplegado un centenar de agentes, que han actuado sin ningún tipo de miramiento ni proporcionalidad contra los votantes que hacían resistencia pacífica.

El alcalde de Sant Carles de la Ràpita, Josep Caparrós, ha hecho un llamamiento a la calma: "El pueblo rapitenc resistirá y, si podemos, volveremos a votar". Ha descrito los hechos como "graves, violentos y antidemocráticos". Caparrós se ha comprometido a "garantizar el derecho a decidir de todos los vecinos de las Terres de l'Ebre". Si hace falta, se desplazarán hasta municipios vecinos para poder ejercer el derecho al voto.

Los agentes de la Guardia Civil se han llevado unas urnas donde no había votos, según ha explicado el mismo alcalde.