La reforma del código penal con el fin de sustituir el delito de sedición por el de desorden públicos agravados hace semanas que levanta polvareda. A pesar de todo, la semana pasa, el PSOE y Unidas Podemos impulsaron la proposición de ley que motiva este cambio legal. Este jueves, esta reforma hace uno en absoluto más para materializarse gracias al debate en el Congreso de las enmiendas de totalidad presentadas por cuatro grupos parlamentarios: PP, Vox, Ciudadanos y Junts.

Estos últimos, han sido la formación independentista más crítica con esta reforma del delito de sedición. Junts per Catalunya ha dejado claro porque posicionan en contra de la reforma: apuestan directamente por la derogación del delito. Ni cambios pequeños, ni cambios grandes, la desaparición de este delito, esta es la apuesta de Junts, que ha denunciado que la reforma chico es necesariamente positiva por|para el independentismo. La presidenta de la formación, Laura Borràs, ha llegado a denunciar que con esta reforma se quiere "extraditar al presidente Puigdemont". "Nosotros no hemos venido a reformar España ni su código penal, porque España es irreformable no es nuestro objetivo", resumió Borràs.

Las enmiendas de PP, Vox y Ciutadans

Los otros ánimos sostienen argumentos diferentes para estar en contra de la reforma. Por ejemplo, el l PP propone un texto alternativo en qué no solo se mantiene el delito de sedición, sino que se castiga con hasta cinco años de prisión las autoridades o funcionarios públicos que convoquen elecciones o consultas populares ilegales por vía de referéndum.

Por otra parte, Vox propone penas de hasta veinte años de prisión a las autoridades o funcionarios que, por acción u omisión, promuevan la independencia de una parte de la nación. Finalmente, Ciutadans quieren que no corran los plazos de prescripción para este tipo de delitos. Las tres formaciones de derechas y extrema derecha han mantenido posturas muy beligerante sobre la reforma de la sedición, acusando al gobierno socialista de ceder ante el independentismo.

Según apunta Efe, se prevé que la mayoría del Congreso rechace los cuatro textos, de manera que la proposición de ley pasará al trámite de las enmiendas parciales, momento en que ERC aprovechará para reavivar el debate sobre el delito de malversación, el otro por el cual fueron condenados los líderes del proceso. También se espera que este debate sea más corto que su predecesor, el cual se alargó hasta la madrugada. En esta ocasión se prevé que sea un trámite más rápido. El debate se ha convocado después del pleno ordinario del Congreso, y por eso se espera que se celebre a media tarde.