El discurso de Pep Guardiola en favor del referéndum no ha gustado nada a la prensa de Madrid que, como ya viene siendo habitual, ha vuelto a cargar con fuerza contra sus palabras, contra el proceso y contra la convocatoria del Govern para que los catalanes voten el 1 de octubre. Y, como ya hace semanas que lo llevan haciendo, vuelven a dar consejos a los de Mariano Rajoy para hacer frente a esta revolución: utilizar los instrumentos de los que disponen.

Las editoriales de los diarios estatales vienen, últimamente, cargados de críticas al proceso y al Govern. Y esta vez todavía se encienden más después de que el exentrenador del Barça soltara que España es un "Estado autoritario", declaraciones que han utilizado para tirarle la caballería por encima y reprocharle que se sumara al "frente secesionista".

Sin embargo, esta vez el ABC es más suave, ya que ni dedica su editorial a la cuestión catalana, ni publica en portada ninguna noticia relacionada con el proceso, aunque suelta que a Guardiola le faltó el árabe y asegura que el sistema catarí se parece cada vez más al de la república bananera; mientras que, de su lado, El País tampoco dedica ninguna opinión a su edición digital sobre el acto de ayer, aunque sí que acusa a los independentistas de "radicalizarse" y califican al entrenador de "cómplice".

A la guerra

Bajo el título "El Estado tiene que prepararse para la guerra sucia del separatismo", la editorial de La Razón considera que ayer Guardiola "desnudó las vergüenzas de la propia casta separatista y su menosprecio por la verdad y la gente" en un acto que definen como "propagandístico" y que aseguran que tenía como objetivo "criminalizar a España y los españoles".

Un discurso que, según el diario citado, es "extremista y conspiranoico propio de los sectores más fanatizados de este mundo". Pero eso no es lo peor. El rotativo de Francisco Marhuenda asegura que el independentismo es "un movimiento mentiroso y despótico como pocos que han entrado a la deriva declinante, pero enormemente peligroso para la convivencia" y reprocha a los favorables del proceso que hablen de democracia mientras realmente se trata de un "régimen que divide a sus conciudadanos entre buenos y malos".

Para hacer frente a todo eso, pues, el Gobierno de Rajoy tiene que estar bien preparado para enfrentarse en la "campaña sucia" del independentismo usando los instrumentos de los que dispone porque, aseguran, "es su deber".

Demagogia

En El Mundo tampoco gustó nada el discurso de Guardiola, a quien han tildado de "demagogo" haciendo un paralelismo con unas declaraciones del torero Juan Belmonte, cuando aseguró que uno de sus banderilleros se convirtió en gobernador civil después de la guerra "degenerante".

Como que a sus ojos Guardiola ha ido degenerando y su discurso de ayer —repleto de palabras "agresivas"— todavía hacía más patente que su apoyo es "un ejemplo de infamia política e insulto al resto de los ciudadanos españoles".

Todo eso es, siempre según el diario mencionado, un ejemplo más que el Govern no tiene ninguna intención a dialogar con el Estado, aunque el independentismo vaya perdiendo comba.

La España de Qatar

El ABC tiene un tono más suave de lo habitual ya que ni dedica su editorial a la cuestión catalana, ni publica en portada ninguna noticia relacionada con el proceso, pero sí larga que a Guardiola le faltó el árabe al discurso —que, recordemos, lo hizo en catalán, castellano e inglés—, y asegura que el sistema catarí se parece cada vez más al de la república bananera.

La definición de España como un estado autoritario es, por este medio, una "curiosa afirmación" si se mira tiempo atrás y se recuperan las declaraciones de Guardiola sobre que Qatar es un país "abierto" y "occidental", así como que "puede costar de entender su cultura, como ocurre con la de Catalunya".

El diario citado le reprochó, también, haber defendido 47 veces la camiseta de la selección española y le ha recordado que Alemania negó el referéndum a Baviera.

El libertador

El Español tiene claro que, teniendo presente que hace mucho de tiempo que España "es una patria tan poco exigente que ni siquiera demanda el afecto de los que visten su escudo", hoy en día "el rigor sentimental es un lujo que sólo se pueden permitir aquellos que no están sometidos al juicio de los resultados".

El papel protagonista de ayer de Guardiola confirma, según este medio, "el carácter eminentemente aristocrático de la revolución catalana". Ahora bien, el diario citado subraya que no se puede reprochar al entrenador del Manchester City que no esté siendo coherente; pero pone encima de la mesa que, cuando el proceso fracase, "seguirá a las órdenes del Abu Dhabi United Group for Development and Investment, en un país que nunca defenderá el derecho a decidir".

"Qué envidia deberían sentir los funcionarios catalanes cuando escucharon a Guardiola", concluye, para acabar diciendo —irónicamente— que "con cuánta libertad pueden hablar los millonarios".