Tres agentes del cuerpo de Orden Público de la Guardia Civil que actuaron el 1-O en Fonollosa (Bages) han declarado ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 2 de Manresa que investiga las cargas policiales y han defendido que había "violencia generalizada". Según los agentes, la gente reunida en el colegio electoral "iba muy bebida" y habrían lanzado botellas de vidrio a los guardias civiles.

Sin embargo, el Colegio de Abogados de Manresa asegura que este aspecto "no se incluye en los atestados" y deja claro que "tampoco se ve en los vídeos".

De hecho, al acabar las declaraciones, el abogado voluntario del Colegio de Abogados de Manresa David Casellas ha explicado que los guardias civiles han dicho que el ambiente en Fonollosa era de gente "muy crispada" y, incluso, habrían asegurado que había "violencia generalizada". Al ser preguntados por esta cuestión, los agentes habrían hablado de "gente muy bebida", que les habrían lanzado botellas de vidrio y palos de madera.

"La declaración nos sorprende porque todo eso no lo dice el atestado ni se ve en los vídeos", dice Casellas, que lo ve como un intento "de exagerar las cosas". El letrado recuerda que precisamente el atestado de la Guardia Civil de Fonollosa habla de "resistencia pasiva".

Sin "pautas claras"

Además, los agentes habrían asegurado que en las reuniones previas al referéndum se trataron cuestiones logísticas pero no sobre cómo "proteger" a la policía judicial el día del referéndum ni tampoco sobre los límites del uso de fuerza. También han asegurado que no se les dio "pautas claras" de cómo actuar durante el dispositivo. Según explica Casellas, no se les habría dado "pautas claras" y era más bien "libre".

Además, como otros guardias civiles que han declarado ya ante la magistrada del juzgado manresano, Casellas ha dicho que los agentes han justificado que "no hacer caso de la advertencia ya los legitimaba para hacer uso de la fuerza".