La Guardia Civil habría vigilado políticos de JxCat y ERC en las jornadas previas al 1-O. Según ha publicado el diario El Món, el cuerpo policial español habría hecho seguimientos y pinchado teléfonos móviles de diputados y miembros del Govern de Junts pel Sí, lo que chocaría de lleno con la polémica sobre el falso espionaje, que acabó con dos detenciones, de los Mossos a políticos unionistas.

Según el atestado de la Guardia Civil entregado al Tribunal Supremo, el objetivo del espionaje a políticos independentistas era el de incautar las papeletas para el referéndum del 1-O, situación que se produjo el pasado 20 de septiembre, jornada del gran despliegue policial contra la consulta convocada por el gobierno de Puigdemont.

Según ha apuntado el diario, consellers como Toni Comin o Marta Rovira fueron investigados. El diputado de JxCAT, Quim Torra, también se vio afectado, según señala el atestado, que también apunta en el espionaje de toda una serie de caras de ERC: los diputados del Parlament Gerard Gómez del Moral, Chakir El Honrani Lesfar y Ferran Civit, entre otros, y del Congreso de los Diputados, Joan Capdevila. Todo para saber qué papel tendrían en el referéndum. También se vigiló la directora de Serveis de la Generalitat, Natàlia Garriga, y el director general de Patrimoni Francesc Sutrias, encargados de buscar naves para custodiar las papeletas del 1-O.