La Guardia Civil ahora abre el cerco a los Comités de Defensa de la República. La policía española ha identificado en un informe policial lo que considera la cúpula de estas organizaciones independentistas por el papel que tuvieron en la preparación del referéndum del 1 de octubre, entre otros movimientos como el llamamiento a participar en las dos huelgas generales que tuvieron lugar tras la votación.

El informe, elaborado por la Guardia Civil y que ha publicado El Confidencial, amplía aún más las dimensiones del caso 1 de octubre, que ya ha supuesto la investigación del president Puigdemont, el Govern, los líderes de la ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, y ahora los Comités de Defensa del Referéndum (tras la votación, Comités de Defensa de la República) y su supuesta dirección.

El documento, con fecha de 28 de febrero, señala una supuesta cúpula de los CDR a nivel catalán, algo que entra en contradicción con el espíritu de la organización, que se fundamenta en asambleas ciudadanas ciertamente repartidas por el territorio pero compartimentadas en pequeños grupos a nivel local. Pues bien, según sostiene la Guardia Civil el control de los CDR recae sobre un grupo de 20 personas que se encargaron de diseñar una estrategia de "resistencia y desobediencia civil".

¿A quién señalan?

La Guardia Civil apunta a un ámbito amplio del independentismo, pero señala especialmente al entorno de la CUP, con los exdiputados David Fernández y Antonio Baños como principales exponentes. También se encontraría en la cúpula del CDR el republicano Ruben Wagesberg. El vicepresidente de Òmnium Cultural —entidad que fue registrada por la Guardia Civil el pasado lunes—, Marcel Mauri, también estaría implicado.

Al margen, también se encuentran en la lista perfiles tan diversos como representantes de los estibadores portuarios de Barcelona, la Intersindical-CSC y varios portavoces de CDR a nivel local.

"Talleres" detrás de los parones

El informe pone especial énfasis en el papel que tuvieron los CDR en las jornadas previas al 1-O, la misma jornada del referéndum y también en las dos jornadas de parones de país que tuvieron lugar el 3 de octubre y el 8 de noviembre en Catalunya.

Según el cuerpo policial, desde estas organizaciones se preparó a personas en "talleres" para maquinar una estrategia para "impedir el ejercicio de las funciones de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad" y también realizar cortes en las principales vías de comunicación, una obstaculización que relacionan con la "desobediencia civil y la resistencia".