Los días pasan y la negociación presupuestaria sigue atascada. Este martes, apuntaba a ser una jornada clave en el marco de conversaciones por las cuentas. El ejecutivo se ha vuelto a reunir con Junts per Catalunya (después de dos semanas sin hacerlo, la última fue el 11 de enero) y, más tarde, lo ha hecho con el PSC. Pero nada ha cambiado y no hay avances. Visto, precisamente, que las conversaciones con el PSC se enquistaban en las últimas dos semanas, el Govern volvía a convocar en el Palau de la Generalitat a Junts para una nueva reunión este martes a las tres de la tarde. El encuentro no ha resultado fructífero porque, explican los juntaires, no ha habido ninguna novedad ni una nueva propuesta del ejecutivo de Pere Aragonès.

Una hora y media antes de reunirse en el Palau, la portavoz de Junts, Mònica Sales, alertaba de que cada vez ven "más lejos" un pacto por|para las cuentas de 2023, un hecho que atribuyen a la "falta de voluntad del Gobierno". En esta previa al encuentro, el partido liderado por Laura Borràs y Jordi Turull recalcaba los aspectos primordiales que ponen encima de la mesa, como una rebaja de la presión fiscal, ayudas a las pequeñas y medianas empresas para poder pagar la factura energética, apoyo a los "grandes proyectos de país" —Hard Rock, Quart Cinturó y la ampliación del aeropuerto del Prat— o destinar partidas presupuestarias a las medidas incluidas en la resolución aprobada en el marco del debate de política general para reducir la dependencia con el Estado. Junts esperaba respuesta a estas medidas, pero indican que no la han tenido.

En la rueda de prensa del mediodía, la portavoz Mònica Sales criticaba que el Govern de ERC "confunde una negociación con supeditación" y trasladaba el "escepticismo" del partido sobre la posibilidad de que haya un pacto por las cuentas ante "la actitud errática del Govern": "Primero, cerró un acuerdo con un socio minoritario; después, apostó por el PSC; y ahora hace pocos días dio un cheque en blanco al PSOE para conseguir el apoyo del PSC". Los juntaires sostienen, además, que todo "demuestra que Junts no es un socio prioritario para pactar los presupuestos". A pesar de esta sensación de bloqueo, Junts afirma que mantienen la mano tendida, pero avisan al Govern: presentarán una enmienda a la totalidad si deciden presentar la ley de presupuestos sin acuerdo. El aviso llega de nuevo, dado que este martes el ejecutivo ha vuelto a abrir la puerta a aprobar el proyecto de las cuentas en el Consell Executiu y llevarlo al hemiciclo sin tener atados los apoyos necesarios: "No lo queremos, porque si esta hubiera sido la opción, se hubiera aprobado hace semanas en el Consell Executiu, pero ahora ya no lo descartamos, porque es verdad que los días pasan y el acuerdo no llega", ha destacado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, que ha manifestado que "todos los escenarios están abiertos".

La moción del PSC por el Quart Cinturó, un posible ultimátum

El Govern tampoco ha podido avanzar en la reunión que ha mantenido con el PSC. La consellera de la Presidència, Laura Vilagrà, se ha encontrado con la portavoz socialista, Alícia Romero, en el Parlament, al acabar su cita con Junts. Pero la reunión tan solo ha durado 20 minutos y no ha servido para resolver ningún escollo. Fuentes del PSC han explicado posteriormente que no dejarán de ir a todos los encuentros que haga falta porque no pierden la esperanza de que el Govern acabe cediendo y aceptando sus exigencias en materias como el Hard Rock, la ampliación del aeropuerto y la B-40.

Precisamente, este último macroproyecto es uno de los puntos centrales del pleno de esta semana porque una moción del PSC insta al Parlament a evidenciar su apoyo por el Quart Cinturó. ERC ha presentado una enmienda que enfría la demanda de los socialistas, y tiene pocas opciones de ser aceptada por el PSC, que no quiere moverse. Para acabar de adobarlo, los de Salvador Illa ven esta votación como una especie de ultimátum: si los republicanos votan en contra del texto tal como está redactado por los socialistas, entenderán que el Govern los rechaza como posibles socios para llegar a un acuerdo definitivo para los presupuestos.