El Govern ha acordado con la familia de Cipriano Martos que la entrega de los restos del sindicalista antifranquista se haga el 3 de junio, en Huétor Tajar (Granada), localidad de origen de la familia, según ha informado al Departament de Justicia este sábado. La consellera de Justicia, Derechos y Memoria, Gemma Ubasart, se reunió con Antonio Martos, hermano del obrero torturado por la Guardia Civil, y le informó de que el Govern está a disposición de la familia y que se encargará del traslado de los restos. En este sentido, la familia y su entorno decidirán el fondo y la forma del acto de retorno, según ha precisado Justicia. El departament destaca que "el objetivo final es hacer efectiva la vigencia plena y prioritaria de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación, y de las garantías de no repetición". Un hito alcanzado medio siglo después de su asesinato.

Justicia, a través de la Dirección General de Memoria Democrática, inició las tareas arqueológicas para recuperar los restos de Martos, en la fosa de beneficencia del cementerio de Reus, en diciembre de 2022, incluido en el Plan de fosas 2020-2022. Se recuerda de que "después de una intervención lo bastante compleja", que incluyó el acondicionamiento del espacio y la excavación con maquinaria por parte del equipo arqueológico, y del análisis posterior de los restos antropológicos y genéticos, el 22 de febrero el Departament de Justicia confirmó la identificación del cuerpo de Cipriano Martos.

Torturado por la Guardia Civil el 1973

Cipriano Martos Jiménez fue un obrero y sindicalista español de origen andaluz que nació el año 1942 en un pueblo de la provincia de Granada. Emigró, buscando trabajo, a Morón de la Frontera y, después, a Teruel, Sabadell, Terrassa y Reus. Tuvo varios oficios: jornalero, minero, trabajador en el textil y, finalmente, albañil. Se afilió al sindicato OSO (Oposición Sindical Obrera), fue militante del PCE M-L (Partido Comunista Español Marxista-Leninista) y miembro del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota).

La Guardia Civil lo detuvo, el 25 de agosto de 1973, después de que realizara una acción de propaganda política en Igualada, y lo llevó al cuartel de Reus, acusado de propaganda ilegal y de pertenecer al FRAP. Lo interrogaron y torturaron, y dos días después, el 27 de agosto ‒ como resultado de la ingesta de un líquido corrosivo conocido como líquido de la verdad, combinación de ácido sulfúrico y gasolina‒, lo trasladaron al Hospital de Sant Joan de Reus (actual Hospital Universitario Sant Joan).

Se recuerda de que el 29 de agosto, a pesar de su estado de salud pésimo, el juez le tomó declaración. La Guardia Civil impidió que la familia lo pudiera visitar. El 17 de septiembre de 1973, a las 22.15 horas, murió a consecuencia de una hemorragia interna. La defunción se registró el 19 de septiembre en el Registro Civil de Reus, y los restos fueron inhumados en secreto el 20 de septiembre de 1973, en un servicio de beneficencia propiedad del Ayuntamiento de Reus, en la fosa 11-67 norte del Cementerio de Reus, sin permitir que la familia asistiera a la inhumación ni que se llevara el cuerpo a su tierra de origen, Granada. Ahora, 50 años después, la familia lo podrá enterrar con dignidad.