Resultado positivo. El Departament de Justicia, Derechos y Memoria ha confirmado, este miércoles, la identificación del cuerpo de Cipriano Martos, inhumado en una fosa común del cementerio de Reus en septiembre de 1973, después de morir torturado en manos de la Guardia Civil que le hizo ingerir ácido cáustico. El 10 de enero pasado, un equipo arqueológico del Plan de Fosas confirmó que, de las 41 personas exhumadas, una era compatible tanto con las características físicas de Cipriano Martos (sexo, edad, dimensiones, heridas) como con las espaciales de la fosa. Los restos se trasladaron al laboratorio para iniciar los estudios antropológicos y genéticos para extraer muestras genéticas y cruzar los datos con las de los familiares inscritos en el Programa de identificación genética. Los resultados de las pruebas genéticas y antropológicas han ratificado que los restos se corresponden con las de Cipriano Martos, según Justícia.

El enero pasado, Antonio Martos, hermano de Cipriano, asistió a las tareas de exhumación de los restos, acompañado por una comitiva del Govern, encabezada por el president Pere Aragone y la consellera de Justicia, Gemma Ubasart. Martos es uno de la veintena personas exhumadas identificadas en Catalunya desde la creación del Programa de identificación genética, en el 2016. La familia de Cipriano Martos ha manifestado la voluntad de llevar los restos del antifranquista a Loja, en Granada, donde están enterrados sus padres. Su hermano pidió, ahora hace un mes, que el Gobierno se hiciera cargo del traslado. Por ahora no ha obtenido ninguna respuesta.

El sindicalista torturado

Se recuerda que Cipriano Martos Jiménez era un obrero y sindicalista español de origen andaluz que nació el año 1942 en un pueblo de Granada. Emigró, buscando trabajo, a Morón de la Frontera y, después, a Teruel, Sabadell, Terrassa y Reus. Tuvo varios oficios: jornalero, minero, trabajador en el textil y, finalmente, albañil. Se afilió al sindicato OSO (Oposición Sindical Obrera), fue militante del PCE M-L (Partido Comunista Español Marxista-Leninista) y miembro del FRAP (Frente Revolucionado Antifascista y Patriota).

La Guardia Civil lo detuvo el 25 de agosto de 1973, después de una acción política en Igualada, y lo llevó al cuartel de Reus, acusado de propaganda ilegal y de pertenecer al FRAP. Lo interrogaron y torturaron, y dos días después, el 27 de agosto ‒como resultado de la ingesta de un líquido corrosivo conocido como líquido de la verdad, combinación de ácido sulfúrico y gasolina‒, lo trasladaron al Hospital de Sant Joan de Reus (actual Hospital Universitario Sant Joan). El 29 de agosto, a pesar de su pésimo estado de salud, el juez le tomó declaración. La Guardia Civil impidió que la familia lo pudiera visitar. El 17 de septiembre de 1973, a las 22.15 horas, murió a consecuencia de una hemorragia interna. La defunción se registró el 19 de septiembre en el Registro Civil de Reus y los restos fueron inhumados en secreto el 20 de septiembre de 1973, en un servicio de beneficencia propiedad del Ayuntamiento de Reus, en la fosa- 11-67 norte del Cementerio de Reus, sin permitir que la familia asistiera a la inhumación ni que se llevara el cuerpo a su tierra de origen, Granada. Ahora, medio siglo después, lo podrán hacer.

Cipriano Martos PCE m l KAOSENLARED
Imagen de Cipriano Martos / Foto: KAOSENLARED

Las 887 fosas documentadas

El Departament de Justicia detalla que en Catalunya hay 887 fosas de la Guerra Civil documentadas, con una cifra estimatoria de 14.000 personas inhumadas. En total, el Govern ha podido recuperar los restos de 846 individuos en 77 fosas de todo el país, 25 de las cuales abiertas durante el 2022.

Recientemente, el Govern ha anunciado que doblará el presupuesto del contrato destinado a las intervenciones en fosas de la Guerra Civil y el franquismo hasta alcanzar un total de 4,5 millones de euros, y durará hasta el 2026. En este sentido, el Departament de Justicia, Derechos y Memoria hace un llamamiento para que la ciudadanía inscriba a los familiares desaparecidas durante la Guerra Civil y el franquismo en el censo de personas desaparecidas y faciliten muestras de ADN para incluirlas al Programa de identificación genética.