En plena negociación para la reedición del acuerdo de gobierno entre ERC y Junts y para la investidura de Pere Aragonès, el Govern intenta disimular el impacto de las críticas del president Quim Torra hacia el que fue su vicepresidente y sobre la forma como ha funcionado el acuerdo con los republicanos durante esta legislatura.

En un dietario en que recoge los días que vivió confinado en la Casa de los Canonges y en las comparecencias en torno a la presentación de la obra, Torra ha criticado la actuación de los republicanos, ha confesado que se tenía que conectar en oculto en las reuniones del Procicat para acceder a información y ha explicado que Aragonès no tiene nunca nada que decir ni que aportar y siempre mantiene una actitud pasiva a las reuniones.

Rehacer la confianza

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu, la portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha intentado quitar hierro a las reflexiones de Torra y ha atribuido las críticas a unas valoraciones personales en un momento duro y complicado como fueron los primeros meses de la pandemia.

La consellera ha desmarcado estas reflexiones de la negociación para el nuevo acuerdo de gobierno aunque ha admitido que los dos partidos tienen que rehacer puentes. "Precisamente lo que se buscar es recuperación esta confianza de unos espacios políticos, más allá del gobierno, unos espacios en que se habían roto los puentes de confianza y hay que trabajar para recuperarlos," ha admitido.

Budó ha evitado entrar en el calendario para la investidura del nuevo president, pero no ha descartado que sea posible en primera votación el viernes de la próxima semana. "Tenemos días quedan todavía muchos días para el día 26, hay tiempo para poder hacer trabajo", ha asegurado.

Negociación con el Estado

Por lo que respecta a la crisis que ha provocado en el Gobierno español la marcha del vicepresidente Pablo Iglesias, ha reclamado a las formaciones que forman parte del ejecutivo de Pedro Sánchez responsabilidad y tener en cuenta el interés general y no el interés de los partidos.

Budó ha pedido "responsabilidad al gobierno del estado español para abordar el conflicto político" con Catalunya y ha advertido que la propuesta de ley amnistía que hoy se ha presentado en el Congreso es una "oportunidad magnífica" que se le plantea al PSOE para abrir el diálogo. En este sentido, ha reclamado que las negociaciones entre los dos gobiernos tienen que empezar "lo antes posible".

 

Confinamiento

En relación al relajamiento del confinamiento para combatir el coronavirus, ha insistido en que en los próximos 15 días se pondrán sobre la mesa diferentes medidas que tienen que permitir avanzar en la incipiente desescalada de la pandemia, entre las cuales, la posibilidad de reabrir la restauración en horario nocturno.

Con todo, ha evitado confirmar cuando se adoptarán estas medidas, y se ha limitado a insistir en que se estudiarán en los próximos 15 días a partir de diferentes parámetros, no solo el índice de reproducción. "Se mira en global cuál es el conjunto de los indicadores para hacernos una radiografía de la pandemia", ha explicado.

No obstante, el Govern insiste en reclamar prudencia y ha advertido que a pesar de la posibilidad de que haya una mayor movilidad y que esta se mantenga durante la Semana Santa, se tienen que seguir las mismas restricciones y medidas generales de prevención.

Budó ha relativizado la decisión de parar durante 15 días el calendario de vacunación d'Astra Seneca y ha subrayado que sólo hay 11 casos en que se ha señalado complicaciones de las más de seis millones de dosis de esta vacuna que se han administrado. "La incidencia es muy baja, que todo el mundo esté tranquilo", ha reclamado.

 

En la imagen principal, la consellera Meritxell Budó en un momento de la rueda de prensa de este martes / Ruben Moreno