La consellera de Acció Exterior, Meritxell Serret, ha admitido que el Govern ya ha protagonizado "aproximaciones" con Bélgica para que facilite la garantía del catalán en la Unión Europea una vez tome el relevo de España al frente de la presidencia del Consejo de la UE. En una atención a medios desde Seúl justo el día que se ha confirmado que la oficialidad del catalán se debatirá el 12 de diciembre, Serret ha exigido al Gobierno que trabaje para "generar confianza" entre todos los estados miembros, pero ha reconocido que la presidencia española de la UE acabará este mismo mes y que, probablemente, esta será la última oportunidad para debatir la cuestión del catalán con España ostentando el cargo.

Precisamente por eso, el ejecutivo ha decidido empezar a contactar con quien tomará el relevo, Bélgica, con el fin de facilitar la oficialidad del catalán en la UE. La consellera de Acción Exterior ha asegurado que el Govern sigue teniendo interlocución con todos los estados de la UE y ha asegurado que lo hacen "con la máxima ambición y exigencia".

La última oportunidad

Los veintisiete Estados de la Unión Europea volverán a debatir la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego el próximo martes 12 de diciembre, fecha en que Bruselas acogerá un nuevo Consejo de Asuntos Generales. El encuentro, que reunirá a los ministros de Exteriores de la UE, será la última oportunidad que tendrá el Gobierno de trasladar la cuestión bajo su presidencia, ya que a partir del 2024 el Consejo de la UE pasará a estar liderado por Bélgica.

La noticia llega después de que los ministros de Asuntos Exteriores, en un encuentro celebrado el 15 de noviembre, cerraran el punto sobre la oficialidad del catalán en menos de cinco minutos. A pesar de los intentos del Gobierno de convencer al resto de socios europeos, ningún estado intervino en el debate. De esta manera quedó dicho que se seguirá examinando a "nivel técnico" la propuesta "revisada" que el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, ya esbozó en la sesión anterior de este Consejo, el 24 de octubre pasado, pero que no había sido presentada como documento formal hasta última hora del lunes 13 de noviembre. El Gobierno insiste en que el reconocimiento de las lenguas cooficiales a España sería un "caso único" en el conjunto de lenguas regionales en la Unión Europea por circunstancias "muy específicas" como su encaje en la Constitución española, que sean utilizadas en el Congreso y en el Senado o el número de hablantes. Además, se ha comprometido a asumir la factura de su introducción en la UE.