El abogado que coordina las defensas de los independentistas catalanes exiliados en Europa, Gonzalo Boye, ha dicho en una entrevista en la ACN que después de haber trabajado en dos euroórdenes está convencido de que llegará una tercera. "Creo que será después de la sentencia. No hay problema, lo estamos esperando", afirma Boye, que sin embargo dice que están "preparados" para hacer frente a una nueva demanda de extradición "en cualquier momento".

"No hay improvisación. Puigdemont es tremendamente responsable y las cosas no se improvisan", dice, en referencia a los viajes al exterior del expresidente. Para Boye, los "países a evitar" por el expresidente son principalmente "Francia y Portugal" porque tienen acuerdos con España por la "persecución en caliente" de la época de ETA. "Jurídicamente tendríamos menos margen de defensa", admite.

Con todo, Boye cree que sus clientes no se estarán toda la vida en el exilio. "Claro que volverán. Hace falta un trabajo jurídico que tardará un tiempo, pero sin duda, no tardarán 20 años, como algunos auguran, en volver", afirma. Y concluye: "Volverán cuando acabe el trabajo jurídico, y lo harán como personas libres".

"El exilio fue una buena idea"

De la misma manera, el letrado cree que la colaboración entre todos los letrados de las defensas es clave para conseguir absolver a todos los políticos procesados y demostrar que no cometieron ningún delito. Boye defiende que el exilio fue una "buena idea" para conseguir "victorias judiciales" que, según él, han beneficiado a los procesados por el Supremo. Al mismo tiempo, cree que el juicio en el Supremo los próximos meses "tiene que ser el trampolín para ganar" el recurso y el juicio posterior a los tribunales europeos. Sobre la estancia del presidente Carles Puigdemont en el extranjero, el abogado considera que el líder de JxCat siempre se ha mostrado "tranquilo" y confiado, además de "consciente" del "papel histórico" que tiene que jugar, incluso cuándo fue arrestado y encarcelado en Alemania.

En una entrevista en la ACN coincidiendo con el primer aniversario de la marcha en Bruselas de una parte del gobierno Puigdemont, Boye defiende que las estrategias legales de los presos políticos y los exiliados "son absolutamente complementarias" y que "a fuera no se ha hecho nada que no esté pensado para reintroducirlo en el procedimiento y en la situación de los presos" en España.

De hecho, Boye asegura que si se hubiera tratado simplemente de evitar una entrega de los exiliados, se los podría haber enviado "a países sin tratado de extradición", y no a estados de la Unión Europea o Suiza. El abogado, que estuvo en primer lugar contactado por Jaume Asens para asesorar en la estrategia internacional y recomendó a Christophe Marchand como abogado a Comín y Serret, rechaza los comentarios de los que dicen que Oriol Junqueras y los otros ocho presos están encerrados porque Puigdemont y el resto "huyeron".

"Como excusa de mal pagador se dice que tienen riesgo de fuga, porque los otros se marcharon, pero eso es una falacia jurídica, porque las medidas cautelares se adoptan en función de cada persona", afirma. Boye, de hecho, está convencido que, sin exilio, a estas alturas "todos estarían en prisión preventiva" y ninguno habría salido.

El abogado explica que con uno de sus clientes, el diputado y exconseller de ERC Toni Comín, siempre han hablado de la estrategia judicial europea como una operación de "rescate" a los presos.

"No es rápido, genera angustia a la gente presa, pero siempre hay que tener un plan B. ¿Y si el juicio no sale bien? ¿Y si la sentencia ya está hecha? El juicio tiene que ser el trampolín para ganar el siguiente", en Europa, en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos o en el Tribunal de Justicia de la UE, explica.

Para Boye, el juicio en el Supremo es "una pelea a fondo" que se tiene que intentar ganar, pero también afrontar "teniendo presente" que no se pueden cerrar las puertas a un éxito posterior. "No es posible plantear un buen recurso en Estrasburgo que no esté sustentado en lo que no se ha hecho en el juicio" del Supremo, subraya.

Boye habla de "coordinación al milímetro" entre las diversas defensas a nivel internacional, lideradas por él mismo, con respecto a las euroórdenes, y también por el británico Ben Emmerson, que se ha encargado de las cuestiones más relacionadas con los recursos a las Naciones Unidas, como el Comité de Derechos Humanos o el de Detenciones Arbitrarias. En el equipo internacional también han trabajado Marchand i Paul y Simon Bekaert, en Bélgica, los alemanes Wolfgang y Sören Schömburg o el escocés Aamer Anwar, entre otros.

"Los colegas europeos al principio eran incrédulos, pero pasan de la sorpresa a la rabia. Les parece inaudito que en un estado de la Unión Europea se tengan estas concepciones", explica Boye sobre como ha funcionado la instrucción y todo el proceso en España, y la visión de sus compañeros extranjeros a raíz de las peticiones de extradición.

La detención de Puigdemont

Finalmente, Gonzalo Boye recuerda durante la entrevista con la ACN la detención y encarcelamiento del presidente Carles Puigdemont, de quien dice que no deja nada "a la improvisación". "La defensa en Alemania, como otros escenarios, estaba preparada desde antes", explica el abogado, que ya había hecho a los políticos en el exilio un documento detallado con cinco países y los escenarios de cómo podía ir un procedimiento judicial allí. El alemán, era uno.

"El 25 por la mañana, a las 11.19 horas, me llama Puigdemont, y no me dice que ha sido detenido. Le digo: ¿'todo bien'? y él me dice 'sí, sí, estoy con unos policías alemanes'. Y me pasa el teléfono a los policías", recuerda Boye. El letrado nombró a Wolfgang Schömburg como abogado de Puigdemont –a quiénes ya habían contactado con previsión de un escenario así- y pidió el teléfono de la pequeña comisaría donde enviarían al presidente. "Hablé con él, le expliqué al situación, y estaba muy tranquilo, siempre lo ha estado, es conocedor del papel histórico que tiene que jugar y no había sorpresas en este sentido", añade Boye.