"¿Cómo se puede desescalar pretendiendo que mueran en la cárcel?". En estos términos se ha expresado Gonzalo Boye, abogado de los líderes independentistas exiliados y del rapero Valtonyc, sobre la liberación de los presos políticos. Para el jurista chileno, este debe ser el primer paso. Luego ya vendría el juicio, donde tiene muy claro el resultado: victoria. En el contexto actual, después de que Bélgica ya haya negado la extradición de Toni Comín, Meritxell Serret y Lluís Puig, también ha aprovechado para hacer un vaticinio sobre el futuro de sus clientes: "No creo que Alemania entregue a Puigdemont".
El abogado internacional ha participado este martes por la noche en un debate en el Ateneu Barcelonès, donde ha hecho un diagnóstico de la situación judicial del procés, en el Estado español y en Europa. "El problema de fondo es que en España no ha habido una Transición a nivel judicial, seguimos anclados en el año 77", ha señalado. Y ha añadido: "Se ha actuado como se esperaba antes del 78: reprimiendo al disidente".
Boye ha explicado por qué ha asumido la causa del procés, que es comparable a otros casos que ha llevado, como la FIFA, Guantánamo o Edward Snowden. Porque se trata de una "litigio estratégico", que "puede cambiar la realidad jurídica". En esta línea, ha defendido que "a veces un caso cambia las cosas".
"No existe una sola razón jurídico para que continúen en la prisión", ha denunciado Gonzalo Boye, que ha añadido que "la única razón es que hay un empecinamiento para que sea así". En este sentido, ha indicado que "queda reflejado" en los autos de Llarena. "El auto de procesamiento es infumable, porque es política", ha valorado. Y ha lanzado: "En esta causa se priva pateando el derecho".
"Cuando una persona va a una manifestación, no puede esperar que vaya 20 años a la prisión"
Boye ha aprovechado el debate para explicar algunas particularidades de la estrategia jurídica de los dirigentes independentistas presos exiliados. Por ejemplo, ha señalado que en todos los países europeos tenían previsto quien los defendería, como se ha visto con abogados de reconocido prestigio. "Mientras, el Tribunal Supremo hace ocho meses que" está "improvisando", ha ironizado.
También ha hecho énfasis en el defecto de forma que permitió denegar la euroorden en Bélgica, en la que faltaba una orden de detención nacional en la que sustentara. Pidieron información a Llarena, y remitió al auto de procesamiento. "Vamos a la vista y pasa lo que pasa", ironiza Boye. Y ha advertido: Cuando haya una tercera euroorden, tenemos como demostrar que es un juez absolutamente parcial. Con las tres páginas donde critica la justicia belga".
También ha recordado cómo la prensa decía, durante la primera euroorden, que a los 30 días serían entregados. "Y a los 34 días tuvo que retirar la euroorden", ha puntualizado.
"El derecho sí que es previsible; lo que lo hace imprevisible es el abuso de derecho"
"España ha tensionado de tal forma el sistema de cooperación europeo que las costuras están a punto de romperse", ha avisado el abogado de los dirigentes independentistas, que ha comparado la situación con la de Turquía. "La diferencia es que aquí no han encarcelado a los abogados", precisa.
El jurista se ha mostrado optimista de que el caso se reconducirá a "términos racionales". En esta línea, ha señalado cuál sería el mejor escenario: "Que la gente salga en libertad y se serene la causa. En algún momento habrá juicio, pero no es el mismo un juicio planteado en términos de derecho penal puro y duro". Y ha concluido: "Lo que tengo claro es que ganaremos. El derecho sí que es previsible; lo que lo hace imprevisible es el abuso de derecho".