El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón sostiene que la justicia española no puede impedir que, incluso si es detenido al entrar en España, el president Carles Puigdemont tome posesión de su acta de diputado, lo que, en su opinión, le conferiría inmunidad y obligaría a dejarlo libre.

En una entrevista con Efe con motivo de la presentación de su libro No a la impunidad, Baltasar Garzón sostiene que la justicia no puede limitar los derechos al president catalán. Porque, aunque Puigdemont sea detenido y acabe en prisión, lo estará sin una sentencia firme de inhabilitación y tendrá derecho a la adquisición de la condición de eurodiputado, según la visión de Baltasar Garzón.

"Consecuentemente, cualquier medida restrictiva de libertad inmediatamente tendría que ser eliminada", considera el exjuez, que afirma que la justicia española tendría que remitir un suplicatorio al Parlamento Europeo para proceder contra él.

El juez, que discrepa del modo en que la justicia española ha actuado contra el president catalán, augura que, a raíz de la concurrencia a las elecciones de Puigdemont, los tribunales europeos tendrán que determinar cuándo comienza la inmunidad parlamentaria: "Si desde el mismo momento de la elección, si desde la recogida del acta, si desde el juramento o promesa o si desde el inicio de las sesiones".

Baltasar Garzón explica que se pueden presentar distintos escenarios y todos ellos llevan a lo mismo: a que Puigdemont sea puesto en libertad. "Si viene, se le detiene, y se decreta la prisión, no se le puede impedir tomar el acta y después prestar juramento o promesa. A partir de ese momento rige ―si no desde el principio― la inmunidad", sostiene.

Otros escenarios

Una segunda visión sería que Puigdemont tenga inmunidad parlamentaria desde el propio momento de elección como eurodiputado. "Puede venir, recoger su acta y a nadie le puede importunar", explica el exjuez de la Audiencia Nacional, que cita el precedente de José María Ruiz-Mateos. "Se le detuvo, le tuvo que poner en libertad el juez Barillas si no recuerdo mal y un mes después juró el cargo", explica.

Y expone una tercera opción: "Puigdemont viene, es detenido porque hay una orden nacional de detención ―no internacional― y en ese momento tiene que ser conducido hasta la Junta Electoral Central para recoger su acta. Tiene que permitírsele juramento o promesa y a partir de ese momento ya tiene inmunidad y tiene que ser puesto en libertad".

A los que dicen que tendría que tomar posesión en Bruselas, el juez Garzón replica que se le debería también permitir ir hasta allí. "Es una situación jurídicamente compleja que, evidentemente, va a dar lugar a interpretaciones y a la intervención del Tribunal Constitucional, y antes o después se va a solucionar en Europa", augura.