El rey emérito Juan Carlos I se retrató el fin de semana pasado con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman. Esta fotografía ha levantado un alud de críticas contra el monarca en plena polémica del príncipe heredero, a quien se lo ha relacionado con la muerte del periodista Khashoggi en el consulado saudí en Istambul.

Pero la fotografía no fue una instantánea captada casualmente ni tampoco fue fugaz, según asegura el diario Vozpopuli, ya que bin Salman estaba en el circuito de Fòrmula1 de Abu Dhabi (donde se hizo la fotografía) por trabajo. Los dos sabían que se encontrarían en el circuito y el príncipe heredero aprovechó la instantánea para distribuir su imagen con una personalidad del mundo occidental.

Según apunta el digital, Bin Salman empezaba en Abu Dhabi una ronda de visitas oficiales por estados árabes antes de marcharse a Argentina por la cumbre del G-20. Cuando estuvo en el circuito, y después de retratarse con el rey emérito español, los dos mantuvieron, en privado, una reunión que no superó los diez minutos de duración y de la que no de ello ha trascendido el contenido.

La corona saudí indica que uno de los objetivos de la gira del príncipe heredero es transmitir un mensaje de tranquilidad después de la crisis generada por las noticias en torno al asesinato del periodista Khashoggi; por lo tanto el encuentro con Juan Carlos I podría estar motivado por eso.

La corona saudí habría podido escoger España para inmortalizar este mensaje de tranquilidad ya que la fotografía se produce después de que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, defendiera en el Congreso de los Diputados mantener las exportaciones de armamento en la Arabia Saudí para no perjudicar la industria de defensa española y asegurar los puestos de trabajo de Navantia en la Bahía de Cádiz.