Cambio radical en las fiscalías del Estado que pueden incomodar al gobierno español. Después de cinco años de mandato, la Fiscalía General del Estado llevó a cabo ayer un lavado de cara marcado por el cambio o confirmación de 35 cargos.

El fiscal general, José Manuel Maza, ha querido impedir la continuidad del fiscal jefe de Murcia, Manuel López Bernal, que inició la investigación contra el presidente de esta comunidad, Pedro Antonio Sánchez, en el caso Auditorio, una pieza separada de la trama Púnica, que tendrá que ir a declarar como investigado en el Tribunal Superior de Justicia el 6 de marzo. Bernal llevaba diez años persiguiendo la corrupción de esta comunidad, pero ahora será sustituido por José Luis Díaz Manzanera, aunque el Consejo Fiscal aconsejaba mantenerlo al cargo.

Maza también propuso después de diez horas de reunión que sea José Francisco Sánchez quien ocupe ahora el cargo de fiscal de Murcia. Manuel Moix, exfiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, ocupará la Fiscalía Anticorrupción -el puesto estaba vacante desde la jubilación de Antonio Salinas en noviembre del año pasado- y Jesús Alonso al frente de la Audiencia Nacional en sustitución de Javier Zaragoza. La anterior fiscal del Estado Consuelo Madrigal no quería sustituirlo, pero ella ya fue relevada de su cargo por haberse opuesto a hacer cambios en las fiscalías del Estado.

Entre otros nombres, también serán relevados los fiscales superiores del País Vasco, Juan Ramón Calparsoro, sustituido por Carmen Adán; y de Andalucía, Jesús María García Calderón, substituido por Ana Tárrago.

Imponer el criterio

El fiscal general del Estado impuso su criterio al de las dos fiscales murcianas encargadas del caso para que no se investigara al presidente murciano aunque ambas consideran que Sánchez elaboró un plan para desviar fondos públicos a una de las empresas de la red Púnica.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, consideró "anómala" la actitud de las dos fiscales rebeldes, mientras que destacó el "ejemplo de transparencia" que, según su opinión, supuso la comparecencia de Maza.

Esta renovación en la Fiscalía del Estado supone un cambio radical, sobre todo en las fiscalías Anticorrupción y en la Audiencia Nacional.