La fiscalía ha pedido un año de libertad vigilada y la prohibición de acercarse a la comisaría de Via Laietana durante 44 días para Guillem, al menor que fue detenido mientras protestaba sentado en la calle el 18 de octubre del 2019 en el contexto de las protestas por la sentencia del procés.

El joven, de dieciséis años y vestido con una sudadera naranja, fue detenido en el marco de una carga policial por el simple hecho de que fue el último en levantarse para salir corriendo. A pesar de eso, casi una decena de agentes del Cuerpo Nacional de Policía se le echaron encima. El menor está acusado de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad ya que la policía española aseguró que Guillem arrancó adoquines y las tiró contra los agentes.

El chico decidió denunciar la actuación policial porque asegura que fue maltratado durante la detención.

Su grupo de apoyo cree que la petición de la fiscalía es "para castigarlo" por haber protagonizado y hecho viral un vídeo "que demuestra la arbitrariedad y violencia policial y por haber denunciado a la Policía Nacional".