Esta semana, Salvador Illa pasará por su examen anual como president de la Generalitat en el Parlament en el debate de política general, que acostumbraba a dar el pistoletazo de inicio al curso político en el país, pero desde hace un par de años ha pasado de septiembre a octubre. El martes el president hará su discurso ante la cámara y el miércoles será el turno de los grupos de la oposición, siete en total y con una relación muy diferente con el Ejecutivo socialista en este primer año de legislatura donde el Govern no ha podido aprobar unos presupuestos. El principal grupo de la oposición, Junts per Catalunya, con el escaño de su president, Carles Puigdemont, aún vacío mientras no se le aplica la ley de amnistía, ha evitado cualquier tipo de acuerdo con los socialistas y ha impugnado buena parte de su acción política durante este primer año de legislatura, con fuertes críticas por lo que describen como un “proceso de desnacionalización” del país. Diferente es el caso de ERC, que empezó la legislatura tirándose los trastos a la cabeza entre ellos, también por el pacto de investidura. Meses más tarde, ni siquiera empezaron a negociar los presupuestos con el regreso de Oriol Junqueras a la presidencia, pero han llegado a acuerdos importantes con los socialistas, también con los decretos de ampliación de crédito. Una situación parecida a la de los Comuns. Ni unos ni otros consideran que se den, actualmente, las condiciones para negociar los presupuestos para el año que viene. En el gallinero de la bancada izquierda se encuentra la CUP, que se ha reorganizado con este inicio de curso y que, aunque se sigue situando en las antípodas de los socialistas en muchos aspectos, también ha llegado a algunos pactos puntuales. El PP y Vox han empezado el curso como lo acabaron, atacando a Illa como guardián de Pedro Sánchez, mientras Aliança Catalana, con solo diputados esta legislatura, se dispara en las encuestas. Así, ¿cómo llega la oposición a este inicio de curso y qué le reclamará a un president de la Generalitat en minoría?
Junts vincula el debate de política general con la estabilidad de Sánchez
Junts per Catalunya llega con el debate de política general con la mirada puesta en Madrid. Desde que el president Puigdemont aseguró desde Prada que este otoño "pasarían cosas que no se han visto hasta ahora" y que tendrían que tomar decisiones, los juntaires se han reunido dos golpes en la mesa de negociación con verificador internacional que mantienen desde la legislatura española. El resultado de los encuentros es que no han ido bien, puesto que los de Carles Puigdemont acusan los socialistas de varios incumplimientos, como la aplicación de la ley de amnistía, la oficialidad del catalán en la UE o la delegación de las competencias de inmigración. De hecho, este malestar lo trasladó del president Puigdemont al president Salvador Illa en su encuentro en Bruselas.
Es por eso que su portavoz en el Parlament, Mònica Sales, anunció el pasado 15 de septiembre que vincularían la actitud del PSC en Catalunya con la estabilidad de Sánchez. Y es que quieren acabar con el "doble discurso" de los socialistas en Catalunya, Suiza y Madrid. "No se puede construir en Suiza y destruir en Catalunya. No toleraremos que el PSC torpedee el espíritu del acuerdo de Bruselas con votaciones en el Parlament de la mano de PP y Vox", dijo Sales. Y es que los juntaires esperan que los socialistas avalen las propuestas de resolución de Juntos, con propuestas como el concierto económico, la ley de endurecimiento contra la multirreincidencia, la lucha contra las ocupaciones, la oficialidad del catalán en la UE, la delegación de los competencias en inmigración, la aplicación de la ley de amnistía o la lengua catalana y la inmersión en las escuelas. Habrá que ver, pero, cuál es el nivel de exigencia del redactado de los juntaires.
Esquerra: con candidato, sin negociar presupuestos y con la financiación entre ceja y ceja
La ERC que se encontrará Salvador Illa en este debate de política general no tiene mucho que ver con la que había hace un año: entonces, los veinte diputados republicanos lo acababan de investir, Junqueras hacía campaña para volver a la presidencia de la formación, comandada por una Marta Rovira en funciones y el partido se encontraba en medio de una grave crisis interna, con unos reproches que iban escalando. Ahora, Junqueras es el candidato (inhabilitado, de momento) del partido, Josep Maria Jové continúa al frente del grupo parlamentario, mientras que la portavoz ha cambiado: Marta Vilalta, muy crítica con Junqueras, fue relevada y sustituida por Ester Capella. Un año después, los republicanos llegan a esta cita sin ninguna intención de hablar de presupuestos y con el modelo de financiación entre ceja y ceja. Aunque los obstáculos se los han encontrado más en Madrid que en Barcelona a la hora de negociar, los republicanos reclaman al Ejecutivo más compromiso y firmeza para hacer mover al PSOE. Un año más tarde, el mensaje podría ser prácticamente idéntico: “El cambio de modelo de financiación es fundamental para nosotros. Sin la voluntad no habría habido investidura. Sin la concreción de la financiación singular no puede haber legislatura", le decía hace doce meses Jové al president. La financiación, sin embargo, no será lo único que los republicanos pondrán sobre la mesa del president e insistirán en la resolución del conflicto político, un tema que en los últimos meses ha quedado muy difuminado, si bien formaba parte del acuerdo de investidura a través de la puesta en marcha de una “convención nacional” en el Parlament sobre la cuestión. Según fuentes del partido, los republicanos llevarán también novedades en otros elementos como vivienda, lengua, justicia o educación.
PP y Vox: atacar a Illa para herir a Sánchez
Para PP y Vox, Illa es, sobre todo, un fiel escudero de Pedro Sánchez, que aguanta en La Moncloa a pesar de que en junio estallara el grave escándalo del caso Cerdán que parecía que le haría caer, pero solo se tambaleó. Por este motivo, sesión de control tras sesión de control son estos dos partidos los que traen el nombre del presidente del gobierno español para criticar al presidente de la Generalitat, a quien describen como un líder independentista por sus “cesiones” al movimiento, sobre todo a Esquerra Republicana, sus socios prioritarios. Fernández, crítico con los líderes estatales del partido y que intentó, sin salirse con la suya, poner por escrito que el PP no pudiera pactar nunca con Junts para llegar a la presidencia del Gobierno, volverá a hacer gala de su habitual sentido del humor ácido, mientras que Vox situará la inmigración y la inseguridad, ligando una cosa a la otra, en el centro del debate. Los diputados del partido de ultra, empezando por su líder, Ignacio Garriga, no pierden ocasión de visitar aquellas villas de Catalunya donde ha habido enfrentamientos o disturbios, sea en el Baix Llobregat o en Osona. Según las últimas encuestas, en Catalunya se produciría un nuevo sorpasso, con Vox pasando por delante del PP, 16 diputados a 13. No sería la primera vez: en 2021, con el hundimiento de los populares y la irrupción de los de Garriga, se dio esta situación. Entre las dos formaciones, al menos en el país, no hay muchas diferencias y acostumbran a votar lo mismo en buena parte de las iniciativas parlamentarias. Habrá que ver si este escenario se repite en las propuestas de resolución que se votarán el jueves y dónde pondrán el foco.
Comunes: la vivienda como prioridad y elemento para presionar al Govern
Los Comuns han recuperado en este inicio de curso político a su líder en el Parlament, Jéssica Albiach, que durante los últimos meses había estado de baja por motivos de salud y que se ha reincorporado al pleno. Ellos son, con ERC, los grandes socios del president Illa, aunque como los republicanos, no tienen intención de ponerle las cosas fáciles, al menos hasta que no cumpla una serie de requisitos que pivotan todos en torno al problema de la vivienda, el principal quebradero de cabeza de los catalanes y de los vecinos de Barcelona según diferentes barómetros, que han convertido en su caballo de batalla. En una reunión esta pasada semana, los de Albiach ya trasladaron al Govern que no había habido suficientes avances en esta materia tan sensible para empezar a negociar los presupuestos.
¿La CUP, ante nuevos pactos puntuales con el PSC?
El final del curso político no fue tranquilo para la CUP y el comienzo, con la nueva presidenta del grupo parlamentario, Pilar Castillejo, entre los retenidos por el Gobierno de Israel como miembro de la Flotilla hacia Gaza, no parece que deba ser diferente. Después del adiós de Laia Estrada, que se marchó por discrepancias con algunas de las posiciones de la formación, representadas por la diputada Laure Vega, habrá que ver si este paso al lado se traducirá con nuevos pactos, por puntuales que sean, entre 'cupaires' y socialistas, un entendimiento que pocos años atrás parecía totalmente imposible de imaginar y que ya no es noticia. Más allá del acuerdo en abril por la vivienda, hace pocos días los 'cupaires' votaron a favor de un decreto del Govern para adaptar la Agencia Tributaria de Catalunya a la nueva financiación, aunque sus votos no eran necesarios para que la norma saliera adelante. Ahora bien, la formación no dejará de ser crítica con el PSC y advierten que un pacto por los presupuestos ya es harina de otro costal.
Aliança Catalana, disparada en las encuestas
A pesar de formar parte del grupo mixto y con solo dos diputadas, Aliança Catalana es el partido que está en boca de todos, también del president de la Generalitat, Salvador Illa, que suele colgar en las redes sociales los cortes de sus intervenciones contestando a Sílvia Orriols (o Ignacio Garriga), alertando de los peligros de la ultraderecha y su odio hacia la inmigración. En las últimas encuestas, Orriols ha salido disparada y se podría llegar a disputar ser segunda fuerza con dos partidos contra los que carga constantemente, Junts y ERC, tildándolos de “procesistas”. La también alcaldesa de Ripoll ya estuvo en el ojo del huracán durante la Diada nacional, organizando una manifestación paralela a la de las entidades independentistas. Ahora, con el nuevo curso político y con el empuje de las encuestas, habrá que ver si todavía gana más protagonismo en la cámara, donde ha protagonizado algunos enganches también con miembros de la Mesa del Parlament o de formaciones como ERC (sus ataques a la diputada Najat Driouech son una constante) o los Comuns.