El director general de la policía, Pere Ferrer, ha explicado este martes que las partes que no se han publicado del protocolo de los proyectiles de foam "poco tienen que ver" con la "rendición de cuentas". Ferrer lo ha dicho en una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio, donde ha apuntado que aquello que no se ha hecho público está relacionado con los equipamientos o el mantenimiento, y no con los usos. Ferrer ha recordado que se trata de un documento "vivo" que se hizo cuando el cuerpo adquirió la herramienta.

Ferrer ha respondido así a las críticas que ayer se hicieron desde varios colectivos, entre ellos el grupo de abogados Irídia o la CUP, que calificó "de insulto" el protocolo publicado.

El director de los Mossos también ha reconocido algunas discrepancias en la prefectura con respecto a la publicación del protocolo, pero ha defendido que estas siempre han sido "sanas", asegurando que la "transparencia" no asusta a los agentes.

 

Poyectiles de foam almacen Mossos Escuadra - cedida

Ferrer ha opinado que tener varios puntos de vista "enriquece" al cuerpo y que en ningún caso ha notado que el ejercicio de publicar el protocolo "incomodara" a los diferentes sindicatos de los Mossos. Preguntado por el momento de la publicación —en medio de las negociaciones de los partidos para formar gobierno— el director policial ha asegurado que se ha hecho porque los meses de enero y febrero se había llegado al compromiso de hacerlo y que la agenda política no ha tenido nada que ver.

"Es un documento fruto de un trabajo de muchos años", ha subrayado. "A pesar de hacerlo público ahora, lo estamos actualizando y asumimos que se tiene que mejorar". Así, Herrero he negado que tengan "cualquier problema" en explicarlo.

Los Mossos como "moneda de cambio"

La posición de Herrero contrasta, sin embargo, con la visión de algunos sindicatos que sí que ven cierta intencionalidad en el momento que se ha escogido para publicar el protocolo. Es el caso de SAP-FEPOL, que ha explicado que tiene la sensación de ser "moneda de cambio". Según su portavoz, Imma Viudes, "no se oponen a la publicación del documento", pero sí que cuestionan que se haya publicado cuando "se está construyendo el ejecutivo".

Viudes también ha pedido "cierta confianza" en la forma de trabajar del cuerpo, pidiendo que no se sitúe siempre a los agentes "en el foco del debate". "La fiscalización es sana y democrática, pero tenemos la sensación de que siempre será cuestionada", ha dicho. En este sentido, el sindicato ha lamentado que en algunas ocasiones el apoyo de los políticos "haya brillado por su ausencia" y ha recordado que sólo piden "trabajar con seguridad", sea "con unas herramientas, u otras".

Un ejercicio "positivo" pero insuficiente

Con respecto a Irídia, su abogada, Anaïs Franquesa, ha valorado "positivamente" la publicación del protocolo, considerando, no obstante, que faltan "algunas partes concretas" que "les preocupan mucho". También ha puesto sobre la mesa la necesidad de marcar un uso de la fuerza que sea "mínimo", con el fin de neutralizar una persona cuando haga falta "sin causarle una lesión mayor".

Franquesa ha insistido en que no se tendrían que utilizar ciertos métodos para dispersar a la gente de las manifestaciones, así como varias armas que pueden ser "lesivas". "No puede haber tolerancia o impunidad en según qué situaciones", ha señalado, "la fiscalización no es contraria a la confianza".