Felipe González tiene claro cuál es su candidato para relevar a Pedro Sánchez como líder del PSOE, si finalmente el secretario general del partido y presidente del Gobierno dimitiera —acosado por las informaciones sobre Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García, entre otros. Una de estas informaciones hace referencia a la sospecha de la Guardia Civil de que Cerdán actuó para manipular las primarias socialistas de 2014, que Sánchez ganó contra Eduardo Madina. Y Madina es, precisamente, el candidato preferido de González.

En una entrega de premios organizada este jueves por la Fundación Alfredo Pérez Rubalcaba, el expresidente del Gobierno ha asegurado que el exdiputado socialista Edu Madina sigue siendo su candidato para liderar el partido: "Madina fue mi candidato, y es más, lo sigue siendo en mi corazón y en mi cabeza". También ha mostrado "el máximo respeto" al trabajo de la Guardia Civil, después de haber plantado a Sánchez en el acto para celebrar el 40 aniversario de la adhesión de España a la Unión Europea.

La reacción de Madina

Por su parte, Madina también ha estado presente en la entrega de premios, pero no ha hablado del informe de la Guardia Civil ni de la posible manipulación de las primarias de 2014. En cambio, sí que ha reivindicado las figuras de Pérez Rubalcaba, de González y de José Enrique Serrano —traspasado esta misma semana—, y ha avisado de que reivindicar su figura "es lo mejor" que puede decir "en un día como el de hoy". Ha dicho que los tres han sido una "brújula" en la "institucionalidad", en "la ejemplaridad en el ejercicio del poder" y en "la dignidad en la representación del cargo", a la vez que ha lamentado "el calor y toda la temperatura política". "Y yo creo que esta brújula sigue siendo válida. La política es solo un ejercicio de transformación. Ellos pensaron que lo mejor que podía pasar en política era que la realidad pasara a trasluz de sus ideas. Yo con ellos aprendí eso", ha dicho.

Rubalcaba, González y Serrano le enseñaron "que antes de ser socialistas somos demócratas", y que "la política no es para el poder, sino que el poder es para la política". Así, ha apelado a los "valores y esquemas válidos" que estas figuras han dejado para el socialismo, a más de lamentar que la "crueldad" en el discurso político "se haya puesto de moda", principalmente en manos de la ultraderecha y de mandatarios como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que utilizan estos "códigos" con "quien son diferentes de ellos".