Se acaban las especulaciones. No se ha esperado hasta el Congreso extraordinario del PP, que arranca este viernes en Sevilla. El líder virtual del partido, Alberto Núñez Feijóo, ya ha anunciado quién será su secretaria general y mano derecha dentro del partido: Cuca Gamarra, actual portavoz de la formación en el Congreso de los Diputados. Mientras tanto, Feijóo se prepara para su nueva responsabilidad: ayer ya renunció como presidente del PP gallego y se espera que en las próximas semanas haga lo mismo como presidente de la Xunta de Galicia.

La designació la ha anunciado el mismo Feijóo en un mensaje inesperado a sus redes sociales. "Cuca Gamarra será mi propuesta para ser la nueva secretaria general del PP", ha anunciado el dirigente gallego. "Ha servido a sus vecinos desde la Alcaldía de Logroño. Ha servido a su país desde varias responsabilidades al Congreso. Le pido que asuma una nueva responsabilidad sirviendo también a su partido", ha añadido el futuro líder del PP.

 

Cuca Gamarra fue ascendido por Pablo Casado a portavoz en el Congreso de los Diputados, para sustituir a la polémica Cayetana Álvarez de Toledo por un perfil aparentemente más moderado. Desde la renuncia de Casado, Gamarra ya ejerce como jefe de la oposición de facto en la cámara baja, asumiendo las responsabilidad que ejercía el líder del partido, como las preguntas al presidente Pedro Sánchez en las sesiones de control. Gamarra también está liderando la transición como coordinadora general de la formación.

Casero, investigado

Mientras tanto, los problemas no se detienen para la dirección saliente. Hoy, la sala de lo penal del Tribunal Supremo ha acordado la apertura de una causa contra el diputado del PP y exmano derecha del secretario general Teodoro García Egea por su etapa de alcalde de Trujillo, en Cáceres. Concretamente el alto tribunal investigará acuerdos y contratos de servicio que habría realizado sin ceñirse a los procedimientos administrativos legalmente establecidos, después de la exposición elevada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Trujillo, que "podrían constituir indiciariamente un delito continuado de prevaricación administrativa". La Fiscalía, además, también ve indicios de malversación. Equivocarse en la votación de la reforma laboral, con un intento fallido de disfrazarlo de error informático, puede acabar siendo el menor de sus quebraderos de cabeza.