Esta semana empiezan ya las negociaciones por los gobiernos autonómicos y municipales. Sin ir más lejos, este mismo martes el PP ha convocado este mismo martes mesas separadas de diálogo con Ciudadanos y Vox para intentar conseguir acuerdos a tres bandas, a pesar del veto de Albert Rivera a la extrema derecha. Ante este panorama, los barones populares críticos con la actual dirección también han querido enviar una advertencia a su líder Pablo Casado: la formación de Santiago Abascal no tendría que formar parte de los nuevos ejecutivos. Curiosamente, las alarmas suenan desde la periferia. Y son un misil a la línea de flotación de la estrategia de Génova.

La principal enmienda a la totalidad ha llegado como siempre de parte de Alberto Núñez Feijóo, la voz más crítica dentro del actual PP. En una entrevista en la cadena COPE, el presidente de la Xunta de Galicia ha defendido que gobierne la lista más votada. Lo ha hecho considerando "imprescindible una reforma de la ley electoral, ya sea para introducir un "plus" para la lista más votada o bien para introducir una segunda vuelta y evitar los problemas actuales. Ha llegado a decir que "no puede ser que el partido que gana se convierta en perdedor y los partidos que pierden se conviertan en gobierno".

Feijóo ha apostado por gobiernos liderados por el PP "con apoyos puntuales", sin que la extrema derecha entre en los gobiernos autonómicos y municipales. El presidente de la Xunta de Galicia ha asegurado que no le gustaría que hubiera gobiernos tripartitos. "Si necesitamos el apoyo de Vox, lo pediremos en la sesión de investidura", ha sostenido, y ha hecho una defensa de la vía andaluza.

Casado no puede dejarse arrastrar

Por su parte, el líder de los populares vascos, el exministro Alfonso Alonso, que acaba de anunciar una convención en septiembre para marcar perfil propio en Euskadi, también se ha desmarcado de la estrategia. "En estas negociaciones Vox no puede marcar la impronta ideológica del PP", ha advertido el dirigente vasco en una entrevista en Las mañanas de RNE. En este sentido, ha defendido la negociación de acuerdos "liberales y moderados" con Ciudadanos y abiertos al diálogo con el PSOE, evitando así que los populares "se dejen atraer por otros discursos" que no son los suyos.

Alonso ha remarcado que Vox no ha obtenido ningún tipo de representación en el País Vasco por un "discurso centralista que ignora nuestra historia y nuestras instituciones". Y no se ha ahorrado reproches hacia la cúpula estatal, asegurando que, aún que no hayan cambiado los principios, "hemos sido percibidos como nos hemos alejado de la centralidad y nos hemos escorado". Y ha alertado sobre el "efecto contagio" de la formación de la formación ultra, que "contamina" el espacio del centroderecha. "Merece que hagamos una reflexión", ha dicho.