El Ministerio español de Asuntos Exteriores viene desarrollando en las últimas semanas una estrategia para instruir a embajadores y cónsules acreditados en España en contra del ‘procés’ y para explicarles su versión sobre la liquidación del autogobierno catalán a través de la aplicación del articulo 155 y, a la vez, prevenir la supuesta "presión y manipulación" a la que estarían siendo sometidos los cónsules en Catalunya.

Las reuniones celebradas con embajadores y cónsules formarían parte de la ofensiva del ministerio de Alfonso Dastis contra los cónsules que expresan opiniones favorables a la independencia y que ya se ha cobrado las cabezas de los cónsules de Finlandia, Filipinas, Bulgaria y Letonia.

La primera de las reuniones tuvo lugar en Barcelona el pasado 31 de octubre y a ella acudió todo el cuerpo diplomático y consular acreditado en Barcelona; la segunda, el pasado 22 de febrero, también en Barcelona, reunió sólo a los cónsules de carrera, y la tercera, el pasado 28 de febrero, en Madrid, con los embajadores acreditados. La última reunión tuvo lugar tras el anuncio, avanzado por El Nacional.cat, del cese del consul honorario de Finlandia, Joan Ginjaume, a raíz de un encuentro con la presidenta de la Diputación de Barcelona, Mercè Conesa, donde se habría abordado el proceso independentista junto con otros temas.

Supuesta “presión insuportable”

Fuentes oficiales han admitido que el motivo de las reuniones sería hacer frente a la preocupación expresada por muchos diplomáticos y cónsules honorarios por la supuesta "presión insoportable" que sufrían, especialmente en Catalunya, para que expresasen su apoyo al proceso independentista.

Según el ministerio, diplomáticos de carrera y cónsules honorarios en Catalunya habrían informado de reiteradas peticiones para que hicieran gestos favorables a la independencia como portar banderas o insignias, o participar en determinados actos.

Las fuentes precisaron que en Cataluña existen 112 consulados, unos cuarenta de carrera, representantes diplomáticos de los países, y el resto, honorarios, por lo general empresarios o personalidades, que pueden ser españoles o extranjeros con especial vinculación al país que representan y cuya labor es de ayuda y apoyo a los ciudadanos de ese país.

"Nunca con funciones políticas, sólo de apoyo a los ciudadanos", han precisado las fuentes, que han detallado que algunos cónsules honorarios se han extralimitado en sus funciones e invadido campos "que no les correspondían".

Justificación del cese del cónsul finlandés

Es por eso por lo que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha retirado el exequator (aprobación) a cuatro cónsules honorarios en los últimos meses; el último el cónsul honorario de Finlandia cesado con efectos del 1 de marzo.

El empresario Albert Ginjaume, cónsul honorario de Finlandia en Barcelona desde hacía 19 años, fue destituido a petición del gobierno español por ejercer "actividades inadecuadas para un cónsul honorario, que están relacionadas con la situación política que vive Catalunya en la actualidad", informó hace dos días la embajada finlandesa en un comunicado.

Según han detallado las fuentes, el cónsul de Finlandia no ha sido destituido por un fallo concreto, sino por su "conducta no ejemplar en varios campos fuera del marco legal de carácter político".

Además, la Embajada finlandesa había recibido varias advertencias y "conocía perfectamente las razones" del malestar del Ministerio desde noviembre, mucho antes de recibir la nota verbal que hacía oficial la retirada del exequator.

En defensa de Ginjaume salió la decana de la Asociación Consular en Barcelona, la embajadora de Perú, Franca Lorella Deza, para alabar ante la embajadora de Finlandia la actuación del cónsul supuestamente apoyada por el casi centenar de cónsules miembros de la asociación.

Según las fuentes, la embajadora ha reconocido que escribió dicha carta por iniciativa personal y sin contar con el apoyo de los demás miembros que "en ningún momento han manifestado su oposición o malestar" por la decisión de Exteriores.

Con la decisión de destituir a su representante en Barcelona, Finlandia se une a Filipinas, Bulgaria y Letonia, que en los últimos meses han cesados a sus representantes honorarios por actividades como manifestarse a favor de la independencia o difundir información independentista.