El exministro y exalcalde de l'Hospitalet de Llobregat (Barcelonès) Celestino Corbacho ha abandonado la militancia del PSC, según ha confirmado hoy el secretario de Organización del partido, Salvador Illa, que ha "respetado" su decisión y ha destacado sus aportaciones a la formación.

En rueda de prensa en la sede de los socialistas catalanes después de la reunión de la ejecutiva del partido, Illa ha explicado que el viernes pasado Corbacho tramitó su baja como militante del partido, a través de una carta dirigida al líder del partido, Miquel Iceta, y al propio secretario de Organización.

"Respetamos su decisión y ponemos de manifiesto sus aportaciones, que han sido muchas y notables como militante y en las responsabilidades que ha ocupado. Le deseamos todo tipo de éxitos y suerte", ha dicho el secretario de Organización.

Entre los motivos que han llevado a Corbacho a tomar esta decisión estaría su malestar por no sentirse valorado en el seno del partido y por haber quedado apartado de responsabilidades en el seno de la dirección del PSC, después del último congreso de los socialistas catalanes, según ha avanzado La Vanguardia.

Corbacho, nacido en Valverde de Leganés (Badajoz) en 1949, entró a militar en la Federación Catalana del PSOE en 1976 -organización que en 1978 confluiría con el PSC-C i el PSC-R para formar el actual PSC- y, entre sus principales responsabilidades políticas, fue alcalde de l'Hospitalet de Llobregat (Barcelonès) entre 1994 y 2008, año en el que fue nombrado ministro de Trabajo e Inmigración hasta octubre del 2010. En el 2004 había substituído a José Montilla en la presidencia de la Diputación de Barcelona, cargo en el que también permaneció hasta el 2008. 

También fue diputado del Parlament de Catalunya y, en el 2011, fue elegido presidente del consejo nacional del PSC y miembro de la comisión ejecutiva del partido.

Sin embargo, después del último congreso del PSC en el 2016, en que Iceta fue reelegido primer secretario de los socialistas catalanes, Corbacho no repitió como presidente del consejo nacional y no fue incluido en la nueva dirección del partido, y desde entonces había quedado relegado de la primera línea política socialista.