La tercera jornada del juicio al fiscal general del Supremo ha arrancado con dos testigos relacionados con el PSOE de Madrid. Han declarado Juan Lobato (que fue secretario general de los socialistas madrileños hasta noviembre de 2024) y Pilar Sánchez Acera (que actualmente es la número dos del PSOE de Madrid). El interés de la investigación en ambos surgio cuando se supo que Lobato había acudido a un notario para dejar constancia de los mensajes que se intercambió el jueves 14 de marzo de 2024 por la mañana con Sánchez Acera, que en ese momento era la mano derecha de Óscar López (que era el jefe de gabinete de Pedro Sánchez). Ella le envió una captura de pantalla del correo del abogado de Alberto González Amador invitándole a utilizarla durante la sesión de control en la Asamblea de Madrid: “Se puede sacar, sacásela en la pregunta. La imagen con la carta es potente”, le propuso. Sin embargo, él desconfió de la procedencia del documento: “¿Pero se ha publicado en algún sitio esta carta? No tiene fecha. ¿La carta como la tenemos?”.

 

Y el interrogatorio de hoy ha abordado estas dudas. “¿Quería usted usarlo, pero no podía usted usarlo por potenciales responsabilidades legales?”, le ha preguntado la defensa de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. “Yo quería usarlo si es un documento que tenga un origen legítimo, claro, porque el debate político de ese día se centra en si ha mentido o no la presidenta”, ha justificado. “La información que desvelaba la mentira de la presidenta de la Comunidad de Madrid evidentemente tenía relevancia política”, ha recalcado en otro momento. “¿Por qué le preocupaba el documento?”, ha insistido Gabriel Rodríguez-Ramos. “Porque no tenía claro su origen”, ha contestado él. En noviembre del año pasado, después de acudir al notario, el juez Ángel Hurtado lo citó como testigo durante la instrucción y él acabó dimitiendo como líder del PSOE de Madrid

“Yo no puedo decir que tuviera sospechas, yo lo que tenía es prudencia”

En otro momento, el abogado ha hecho hincapié en las dudas que expresó Juan Lobato en ese momento por WhatsApp: “La necesito diciendo de donde la saco porque si no, parece que me la ha dado la Fiscalía”. “¿Creyó usted que eso venía de la Fiscalía?”, le ha preguntado el letrado. “Lo que yo crea o no crea…”, ha replicado Lobato con reticencias. “Sí, es interesante. Usted tenía en ese momento mucha más información que cualquiera de nosotros y mucha más experiencia y mucha más relación con todas las personas y con toda esa dinámica de comunicación política. Entonces, sí que es importante”, ha argumentado Gabriel Rodríguez-Ramos. Y Lobato ha acabado contestando: “No es que creyera. Yo, por criterio de prudencia, además como técnico de Hacienda del Estado, pienso que ese es un documento que si no está certificado el origen, es mejor no utilizar”.

En la misma línea, los interrogatorios de la Fiscalía y de la defensa de Álvaro García Ortiz también han centrado sus preguntas en esta dirección. “¿Usted tiene especiales sospechas o presunciones de que ese mail haya sido filtrado por parte de la Fiscalía?”, le ha preguntado el fiscal. “Si es que yo no puedo decir que tuviera sospechas, yo lo que tenía es prudencia, porque, después de algunos años en política, yo sé interpretar lo que puede suponer una cosa u otra. Y yo en ese caso veía que no era prudente esa vía de actuación”, ha replicado Juan Lobato. “Prudencia porque si eso lo hago público yo, se va a poder interpretar eso”, ha insistido.

“No recuerdo hacer una disquisición sobre si de, con o hacia la Fiscalía”

Y otro interrogante que le ha planteado el fiscal: “¿Usted dice que parece que se lo ha dado la Fiscalía porque cree que lo ha dado la Fiscalía o porque estamos en presencia de un correo electrónico en el que una de las partes es la Fiscalía?”. “Porque creo que a nivel de imagen pública puede parecer que a mí me ha llegado por esa vía”, ha aclarado. “Si yo salgo el primero en toda España con ese documento, la gente va a decir ‘¿De dónde lo ha sacado?’. Y algunos medios y analistas podían decir ‘Puede venir de la Fiscalía’. Y yo creo que eso no tenía sentido que pasara”.

Previamente, Juan Antonio Frago, el abogado de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales, había apuntado en esta vía: “No pretendo entrar en un debate terminológico ni filológico, pero quizás hubiese sido más preciso hablar del correo con la Fiscalía o del correo sobre la Fiscalía porque la preposición de denota posesión, algo es de alguien”. “¿Usted habla del mail de la Fiscalía porque ese correo lo tenía la Fiscalía y les llega a ustedes a través de la Fiscalía, lo cual confirmaría la sospecha que había tenido quince minutos antes?”, le ha preguntado. Y Juan Lobato ha negado que llegara a esa conclusión: “No creo que viniera por esa reflexión. O sea, puse de la Fiscalía porque es el correo que le llega a la Fiscalía, pero no recuerdo hacer una disquisición sobre si de, con o hacia”.

Pilar Sánchez Acera reitera que recibió la captura de pantalla de la prensa y no de la Fiscalía

A continuación, ha sido el turno de Pilar Sánchez Acera, que ha dicho que no conserva los mensajes de WhatsApp del día de los hechos porque cambió de móvil cuando Óscar López fue cesado como director de gabinete y fue nombrado ministro de Transformación Digital. Ella lo acompañó como asesora. Preguntada por el origen de la captura de pantalla que recibió, ha negado que se lo filtrara de la Fiscalía y ha asegurado que procedía de la prensa:

— A mí me viene de un medio de comunicación.
— ¿De cuál?
— Pues es lo que no puedo recordar.
— No puede recordar. Los medios de comunicación no tienen WhatsApp, los periodistas sí. ¿Qué periodista?
— Bueno, no puedo recordar de qué medio era el periodista que me realiza ese envío.

 

Asimismo, Pilar Sánchez Acera ha afirmado categóricamente que no recibió el “correo que está siendo objeto de investigación”. “En ningún momento recibo, ni tengo en mi poder el correo del 2 de febrero”, ha subrayado. “Recibo una imagen de un documento distinto”, ha puntualizado. Y lo ha justificado: “En el correo, hay una persona que envía, un destinatario, una disposición del correo totalmente distinto, hay una fecha… Lo que yo recibo no tiene ni quien envía, ni destinatario, la disposición es distinta, no tiene fecha y no tiene un pie de firma de un despacho de abogados”. “Yo no recibo el famoso correo del 2 de febrero, no es ni un correo, ni pone 2 de febrero”, ha recalcado.

Sobre su conversación con Juan Lobato, ha defendido que las propuestas que le hizo para que usara el documento en la sesión de control de la Asamblea de Madrid es “perfectamente entendible” en la “relación de confianza” que tenían: “Lo que fuimos evidenciando es que la presidenta había retorcido esa verdad. Y yo creo que el señor Lobato, en sede parlamentaria, tiene la obligación, representando a los ciudadanos, de decir a la presidenta de la Comunidad de Madrid que ha mentido”.