La Fundación Francisco Franco a la desesperada para proteger sus archivos e impedir así que queden en manos del gobierno de Pedro Sánchez. El exilio es la mejor solución que encontraron, así pues, idearon un plan para sacar los documentos: un camión cargado con 33.000 documentos que viajara de noche de Madrid a Francia, y esquivar la ley de Memoria Democrática, que provocaría que los archivos pasaran a formar parte del patrimonio documental del Estado en caso de ilegalización, según avanza este miércoles The Objective. La cabeza pensante de la maniobra de huida habría sido el vicepresidente de la Fundación, Jaime Alonso, que hace unos meses se puso en contacto con un grupo reducido de personas para organizar la escapatoria, a pesar de que, según el citado diario, han desestimado esta idea.

Guerra civil en la Fundación Francisco Franco

La huida se planteó ante el miedo de los franquistas a la perseverancia del PSOE y Podemos para ilegalizar su entidad, inscrita el año 1977 en el registro de fundaciones. Por su parte, el Gobierno evalúa como se puede culminar su extinción a través del Protectorado de Fundaciones, todo y que, la última palabra, la tendrá un juez. Desde la fundación niegan la mayor, y su presidente, Juan Chicharro, ha transmitido tranquilidad "mientras no se modifique la ley orgánica del derecho de asociación no tienen nada a hacer, pero con esta gente se puede esperar uno de todo". Chicharro ha asegurado que él no tiene nada que ver con el plan y recuerda que el archivo se tiene que quedar en la sede de la entidad situada en Madrid, en la calle de Edgar Neville, porque según defiende sacarlo de aquí sería "una ilegalidad". En este sentido, Chicharro recuerda que todos estos documentos están disponibles para historiadores y a todo el público en general.

Según el citado diario, existe una especie de "guerra civil" entre los miembros de la fundación, que sería lo que podría ser el motivo por el cual el presidente no estuviera enterado de estos planes. Las fuentes consultadas por The Objective, Alonso habría destinado mucho dinero en este archivo y temía que se lo pudieran sacar.

33.000 documentos

El archivo de la fundación, uno de sus principales activos, está formado por 33.000 documentos. En ellos está toda la documentación que pasó por manos del dictador, es decir, mensajes que mantuvo con otros dictadores, como Adolf Hitler, Benito Mussolini o Winston Churchill, informes confidenciales, borradores de leyes con anotaciones manuscritas, etc. A pesar de que, el archivo es privado, es de acceso público, y, por lo tanto, cualquier ciudadano puede acceder a este contenido. Esta documentación siempre había sido en manos de la familia Franco y de la fundación, hasta que el año 2003 llegaron a un acuerdo con el gobierno de José María Aznar para poder hacer copias microfilmadas que ahora están en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca. La digitalización se llevó a cabo gracias a una subvención pública, que tuvo un coste de 150.000 euros.

Con todo, el exilio siempre ha estado entre las opciones de la fundación. Así lo dijo el año 2020 Juan Chicharro, que afirmó que había recibido ofrecimientos de Portugal, Estados Unidos o Rusia. Finalmente, rechazó esta opción para "combatir, y en caso de morir, hacerlo con las botas puestas". Aunque, se desestimó, la idea romántica del exilio no se ha marchado del todo de la mente de los franquistas.