El Estado español tenía todas las cartas para ganar. El independentismo sólo contemplaba como un "milagro" la posibilidad de tumbar el suplicatorio de Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí. Y no obstante, el voto del pleno del Parlamento Europeo que hoy ha levantado la inmunidad de los tres eurodiputados de Junts ha servido también para medir hasta qué punto su campaña en la Eurocámara de denuncia de una campanya de persecución política del Estado contra el independentismo ha conseguido penetrar dentro de la llamada burbuja de Bruselas. A pesar del peso con que cuentan PP, PSOE y Cs en los tres principales grupos de la Eurocámara, y a pesar de la presión del España, los apoyos al suplicatorio no ha llegado a un 60% de los votos.

Socialistas, populares y Cs han celebrado públicamente la suspensión de la inmunidad del eurodiputados, pero Vox los ha hecho responsables de los 248 votos en contra que ha recogido el informe.

La votación, que se hizo ayer y hoy se ha hecho pública, ha registrado en el caso de Puigdemont 400 votos a favor, 248 en contra y 45 abstenciones, mientras que el suplicatorio de Comín y Ponsatí ha recogido 404 votos a favor, 247 en contra y 42 abstenciones. Cuatro de los eurodiputados de la Cámara que no han votado en estos tres suplicatorios sí lo han hecho en el resto de temas sometidos a votación.

Victoria política

El informe del suplicatorio de los tres eurodiputados catalanes podría ser, según Junts, el suplicatorio que ha salido aprobado con menos apoyos ante del hemiciclo.

La pobreza de los votos a favor ha quedado reflejado en el contraste con otros dos suplicatorios más que se van sometido ayer a la consideración del pleno, aparte del de los tres políticos independentistas, y que se han aprobado con un 94,4 y 94,9% de los votos. De hecho, este voto mayoritario es la tónica habitual en los informes favorables a los suplicatorios que llegan al pleno.

Junts se ha encargado de subrayar estos datos, durante la rueda de prensa que ha protagonizado este mediodía en la Eurocámara y donde han apuntado que el resultado incluso se puede considerar una "victoria política". En este sentido, han advertido que 80 eurodiputados de los grupos socialista, popular, liberal y conservador no han seguido la disciplina de voto y que probablemente también han contado con un voto en contra mayoritario de las izquierdas.

Campaña independentista

Precisamente, en lo que sí han coincidido tantos los eurodiputados españoles como los de Junts es en la campaña llevada a cabo por el independentismo entre los miembros de la Cámara. Puigdemont, que la semana previa a la votación ha desplegado una batería de entrevistas por toda Europa, ha agradecido en rueda de prensa el trabajo de su equipo, en condiciones muy desiguales en relación a la potencia de sus rivales.

Por su parte, PSOE, PP y Cs han denunciado que habían tenido que luchar contra las presiones - "presiones, mentiras e intoxicaciones de los eurodiputados fugados y su entorno", según la nota de prensa de Cs-, mientras Vox ha responsabilizado a estos tres partidos de los 248 votos en contra del suplicatorio.

En cualquier caso, este procedimiento ha permitido, según Comín, que hoy el proceso independentista sea mucho más conocido entre sus colegas europeos que antes del debate del suplicatorio.

Resonancia en la Eurocámara

Esta impresión se ha hecho evidente con el eco que los últimos días ha tenido la votación en las redes sociales donde muchos eurodiputados, especialmente de izquierdas y verdes, pero también alguno de las filas socialista, se han posicionado en contra de levantar la inmunidad de los eurodiputados.

Precisamente, mientras los eurodiputados de PSOE, PP y Cs se felicitaban en sucesivas ruedas de prensa por el resultado conseguido y subrayaban el trabajo hecho por contrarrestar la presión de los independentistas en Bruselas, a través de Twitter numerosos eurodiputados de diferentes grupos expresaban el malestar por la decisión adoptada en la Cámara.

En cualquier caso, el recorrido del suplicatorio no acabará aquí, Junts ha anunciado que presentará una denuncia contra irregularidades registradas durante el procedimiento ante el Tribunal de Luxemburgo. Allí, se encontrarán con las cuestiones prejudiciales que impulsa el juez instructor, Pablo Llarena, a raíz de la decisión de la justicia belga de rechazar la euroorden contra Lluís Puig. Si Llarena no consigue desactivar aquella decisión, a pesar del suplicatorio la euroorden parecería condenada a chocar de nuevo contra la negativa del tribunal de Bruselas.

 

En la imagen principal, Carles Puigdemont durante la rueda de prensa este mediodía en el Parlamento Europeo / Efe