Eva Parera, concejala al Ayuntamiento de Barcelona (votada por las listas de Cs pero excluida de esta formación), mano derecha de Manuel Valls y ex portavoz de Unió Democràtica, ha anunciado que se creará una fuerza catalanista pero no independentista: Liga Democrática. Su objetivo sería expulsar el independentismo del Gobierno. Valls habría dado el visto bueno al proyecto, pero por el momento no se implica en él.

Según ha dicho Parera, la nueva Lliga se registrará como partido en julio y presentará su manifiesto fundacional en septiembre si no se precipitan los acontecimientos y se convocan elecciones en otoño. Parera ha explicado que el objetivo prioritario del nuevo partido es conseguir los escaños suficientes para provocar un cambio sustancial en el escenario político en Catalunya.

"El principal objetivo de este proyecto es romper el bloque independentista, sacar el independentismo del Govern. Eso ha sido un drama para el país, no podemos consentir que el drama continúe", ha afirmado.

Parera está dispuesta a sumarse al bloque del 155: "lo ideal sería conseguir unas mayorías parlamentarias que permitan conformar un gobierno alternativo a lo que hay ahora", de manera que JxCat, ERC y la CUP "no tengan ninguna incidencia en el Govern y queden en la oposición".

A pesar de que ha dejado claro con quién se alinea la nueva Lliga, Parera ha presentado la nueva formación como "partido bisagra" o "partido instrumental" en una primera fase, para derribar el "muro enorme" que separa ahora a fuerzas constitucionalistas como Ciudadanos y el PSC, temeroso de un acercamiento mutuo para no ser calificados de "traidores" por sus respectivos electorados. "Queremos ser facilitadores del acuerdo", ha recalcado.

Parera ha definido la nueva Lliga como un proyecto de "centro moderado" y "conservador", una "oferta política catalana de obediencia exclusivamente catalana y no independentista". Se trataría de un partido "de centro moderado que pueda ser capaz de pactar con la derecha y con la izquierda".

Parera, que se define como "catalanista no nacionalista", sostiene que en estos momentos los votantes de centro y catalanistas están huérfanos al no sentirse representados por ninguna formación.

Además, explica Parera, la Lliga Democrática es un proyecto que "parte de cero" y que "nace solo y va solo", al margen de otras formaciones existentes, porque no pretende ser ni la "resurrección" de la antigua CiU ni un compendio de sectores descontentos de otras fuerzas como el PDeCAT o Units per Avançar, partido este último que ella abandonó para sumarse a la plataforma de Valls.

No obstante, sí cree que el nuevo partido puede pescar en el caladero de votantes del PDeCAT disconformes con el rumbo que ha imprimido Carles Puigdemont y arrancar asimismo a Cs "votos prestados" que recogió en las últimas elecciones catalanas y que ahora puede perder por su "deriva".

Con el logo del nuevo partido ya decidido y sus estatutos casi listos, falta para cerrar quien liderará la Lliga Democràtica y quien se postulará a la presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones, para lo cual Parera no se descarta, mientras que Valls bendice el proyecto pero sin implicarse.