Junts per Catalunya exigió el PSOE que la Europol dejara de calificar el independentismo catalán de terrorista con el fin de avanzar en las negociaciones de investidura de Pedro Sánchez. El informe de la Europol con el nombre de 'Unión Europea, situación del terrorismo e informe de tendencias' había situado el movimiento independentista en el apartado de "Terrorismo etnocentrista y separatista" en los últimos años, pero en el informe que ha salido hoy publicado, la Europol hace un cambio dejando de definir el independentismo de terrorista para pasarlo a definir de extremismo en su página 72.

Una de las exigencias de Puigdemont

Se trata de un movimiento de los subapartados que detalla el informe después de una carta del Ministerio del Interior del Gobierno a finales de septiembre pasado en el cual pedía desvincular el independentismo catalán del terrorismo. De hecho, en la conferencia del pasado 5 de septiembre en Bruselas, el presidente en el exilio, Carles Puigdemont, especificó esta exigencia. "No se puede negociar con quien| nos considera la segunda amenaza más importante después del terrorismo yihadista y pide a la Europol que nos trate de terroristas", advirtió Puigdemont, quien remarcó la necesidad de reconocer el independentismo con la legitimidad democrática que merece.

A pesar de dejar de llamar terrorismo al independentismo, la Europol lo sitúa como extremismo violento y mantiene el vínculo del independentismo catalán con la violencia. La policía europea sigue definiendo el movimiento independentista como grupo violento y lo relaciona con grupos de extrema izquierda que recogen descontento social para cargar contra las instituciones del estado.

Los dos párrafos de la página 72 dicen así:

"En España, los movimientos independentistas catalán y vasco son actualmente los más activos y violentos de la escena del separatismo español. Sus narrativas combinan el separatismo con una visión de extrema izquierda, encarando los mensajes en contra del estado español y sus instituciones, así como contra temas más amplios como el capitalismo. Además, unos cuantos grupos nuevos y pequeños han surgido en los círculos independentistas de izquierdas en España.

El descontento social y los problemas económicos han sido utilizados por estos grupos en sus mensajes contra el Estado español y también como una oportunidad para reclutar a gente entre las capas más desfavorecidas de la sociedad."

 

Mientras que Interior pidió este cambio a la Europol, en otras instituciones del Estado español, el independentismo continúa bajo la etiqueta de "terrorismo". Es el caso de la Fiscalía General del Estado, que después de rectificar y sacar a los activistas ecologistas de la lista de terrorismo nacional, dejó el independentismo.