La Europol cambiará la metodología utilizada para la elaboración del informe anual sobre la situación del terrorismo en la Unión Europea, que en la última edición levantó polémica por haber incluido el independentismo catalán y vasco como ejemplos de "terrorismo etnocentrista y separatista", una calificación que, después de las exigencias de Junts per Catalunya al Gobierno, se rebajó a "extremismo". La directora de la Europol, Catherine De Bolle, ha anunciado los cambios este martes en una reunión del grupo de escrutinio de la Europol del Parlamento Europeo, con el que la agencia policial europea ya estaba trabajando cambios en la metodología del documento. Según ha detallado, se introducirán nuevos filtros antes de la publicación del informe, como la "revisión" por parte de un grupo de expertos y la verificación del contenido por parte de los estados.

El informe de la Europol tiene como objetivo detectar los peligros de la UE en materia de terrorismo para poder elaborar unas estrategias de seguridad y prevención adecuadas. En la elaboración de los próximos informes se introducirán tres modificaciones principales en la metodología. La primera es que se ha hecho llegar a los estados una "nueva orientación" sobre la metodología del informe, que subraya que el documento tiene que ser una "visión sobre la situación del terrorismo en la UE" y no una "evaluación de las amenazas". En segundo lugar, ahora los estados recibirán un "borrador" del documento para hacer una "verificación de su contenido" y corregir lo que crean que no es preciso de sus contribuciones. Finalmente, un grupo de expertos revisará el documento antes de su distribución.

Polémica por tratar al independentismo como grupo terrorista

La publicación del último informe de terrorismo de la Europol, en 2023, provocó la indignación del independentismo, ya que calificaba a los "grupos separatistas en España" —entre los que se incluía el independentismo catalán y vasco— como los "más activos y violentos" en el estado español. La policía europea apuntaba a que estos movimientos "combinan separatismo con visiones extremistas de izquierda" y "mensajes contra el estado español y las instituciones, así como contra el capitalismo". Ante la publicación del informe, la eurodiputada de ERC, Diana Riba, preguntó al director ejecutivo de la policía europea, Jean-Philippe Lecouffe, el motivo de dicha calificación, y este aseguró que la información la había aportado el propio estado español, y que en ningún caso era una tarea de la Europol.

Los partidos independentistas reclamaron una modificación a la Europol, pero no se produjo ningún cambio hasta que el pasado 5 de septiembre, el president en el exilio, Carles Puigdemont, marcó como condición previa para iniciar las negociaciones con el PSOE de cara a la investidura de Pedro Sánchez que se produjera este cambio en el informe. "No se puede negociar con quien nos considera la segunda amenaza más importante después del terrorismo yihadista", advirtió. A finales de mes, el Ministerio del Interior solicitó formalmente a la policía europea que desvinculara el independentismo catalán del terrorismo. Finalmente, a finales de octubre, la Europol publicó una actualización del informe en la que dejaba de vincular el independentismo con el terrorismo para pasar a definirlo como extremista.