El Parlamento Europeo ha dado este martes el primer paso para reactivar el suplicatorio del eurodiputado y president en el exilio, Carles Puigdemont, y de los eurodiputados Toni Comín y Clara Ponsatí, y ha habilitado que se pueda tramitar por vía telemática.

Así lo han confirmado algunas fuentes parlamentarias que explican que la propuesta del presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara, Adrián Vázquez, de proceder por videoconferencia ha recibido la opinión favorable de los servicios jurídicos, lo cual favorece que se reanude el proceso.

El trámite del suplicatorio de los políticos independentistas está atascado a causa de las medidas sanitarias del coronavirus a la espera de que la Eurocámara ofrezca una alternativa para facilitar las comparecencias de los implicados, tal como prevé el proceso.

Con respecto a la posibilidad de reanudar la tramitación por vía telemática y las condiciones necesarias para cumplir con el requisito de confidencialidad, el informe de los servicios jurídicos del Parlamento Europeo ha señalado que "no hay ningún obstáculo legal" para proceder a distancia, si es imposible que las sesiones se celebren presencialmente.

De esta manera, la Eurocámara manifiesta que quiere avanzar y reactivar el trámite, aunque las fuentes indican que todavía no hay un formato definido para llevar a cabo las sesiones en remoto y un calendario, lo cual deja muy abierto el proceso parlamentario en relación con Puigdemont y los exconsellers.

El procedimiento del suplicatorio

La petición del suplicatorio se hace a puerta cerrada e incluye la posibilidad de que el afectado comparezca entre cinco y diez minutos en una audiencia a la cual puede ir acompañado de un abogado o puede designar a otro eurodiputado que lo represente.

Cuando el ponente ha redactado la recomendación, también se valora a puerta cerrada y se somete a votación. Finalmente, el informe se eleva al pleno para decidir si se aprueba o no el suplicatorio, en un voto a mano alzada que se resuelve por mayoría simple.

Las reglas de la Eurocámara permiten rechazar un suplicatorio motivado por opiniones o votos del eurodiputado en ejercicio de sus funciones y también si hay un caso de fumus persecutionis, es decir, cuando se concluye que la intención de la petición es "perjudicar la actividad política de un diputado y, en consecuencia, la independencia de la institución".