Un estudio de la Universidad de Edimburgo ha cuestionado la efectividad real de las mascarillas de tela de uso ciudadano en la prevención del coronavirus, según informa The Guardian.

Según el estudio, que ha analizado mascarillas quirúrgicas estándar, las FFP2, y las mascarillas de tela, las cubiertas de tela habituales reducen el flujo de aire, pero no queda demostrado que sean efectivas contra el coronavirus. Afirma que todas las máscaras sin válvula, incluidas las de tela, reducen la distancia del aire exhalado que circulaba hacia delante, en más del 90%. Pero apuntan que fallan en el ajuste, y "generan fugas significativas que tienen el potencial de dispersar partículas de fluido varios metros", hacia abajo y hacia atrás.

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The Guardian entrevista al profesor de la Universidad de Portsmouth Simon Kolstoe, que asegura que el debate sobre si usar mascarillas es más político que científico. "Mi sensación es que se ha convertido en una declaración de solidaridad. Al usar la máscara facial muestras que estás preocupado por el coronavirus, y que estás preocupado por los otros y por ti mismo", apunta.

El profesor de la Universidad de Òxford Trish Greenhalgh apunta en cambio que el estudio se ha hecho en un laboratorio, y que la realidad no es exactamente igual. Pero que es muy importante que las mascarillas encajen bien.