Los policías españoles destinados a Catalunya a raíz de las protestas por la sentencia del 1-O se quejan de estrés, y el Sindicato Unificado de la Policía (SUP), que es el mayoritario, ha pedido que se avalue de forma urgente.

En concreto, el sindicato pide al ministerio del Interior que realice una evaluación "psico-social" por la tensión que dice que han acumulado los agentes, porque se ha detectado un incremento de la ansiedad.

El sindicato considera que se está produciendo un progresivo agravamiento "del escenario social catalán para los integrantes y las instalaciones de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado en Catalunya y, con eso, el aumento de los niveles de estrés por la elevada presión popular, administrativa y mediática. Así pues, la inexistencia de un clima de tranquilidad propicia que la situación actual, lejos de revestirse, es de esperar que se mantengan niveles de estrés anormales y elevados".

El sindicato asegura que los policías destinados a Catalunya están en "zona hostil", y eso repercute en la salud mental de los agentes.