La Comisión del Síndic de Greuges ha dictaminado que Esther Giménez-Salinas es una candidata idónea para ser la nueva Síndica de Greuges de Catalunya y que no está afectada por ninguna causa de incompatibilidad. El dictamen se ha aprobado con los votos a favor de los grupos del PSC-Units, ERC y JxCat y los votos en contra de Vox, CUP, ECP y Cs. La comisión del Síndic de Greuges ha empezado la sesión de esta mañana a las diez con la comparecencia de la candidata, licenciada en derecho por la UB, exvocal del Consejo General del Poder Judicial y exrectora de la Universitat Ramon Llull. Giménez-Salinas, se ha marcado como objetivo ganarse "la estima de los ciudadanos", poniéndolos "en el centro" y a través de la "proximidad". Giménez-Salinas ha hablado de prioridades como protección de la infancia y el feminismo. Ha celebrado el amplio acuerdo en torno a su candidatura, ha asegurado que no es la candidata "de nadie" y ha deseado que dentro de seis años, cuando acabe su mandato, los miembros de la Comisión del Síndic de Greuges "piensen que fue acertada la decisión" de escogerla.

Al final de la sesión la comisión ha votado el dictamen, que considera que es idónea para el cargo y que no está afectada por ninguna causa de incompatibilidad de las que establece la ley del Síndic de Greuges. Se ha aprobado por 12 votos a favor: PSC-Units, ERC y JxCat, que son los grupos que la propusieron; y 4 votos en contra: Vox, CUP, ECP y Cs. Ahora la decisión se transmitirá a la Mesa que es a quien corresponde proponer un candidato al Pleno. El Pleno, en una sesión convocada con este único punto, tiene que elegir el síndico o síndica por mayoría de tres quintas partes (81 diputados). Si la candidata no alcanza el apoyo requerido, se abriría un plazo de un mes para presentar nuevas candidaturas y se reiniciaría el procedimiento. El mandato del síndico o defensora del pueblo es de seis años desde la fecha en que es elegido por el Parlament, y no puede ser reelegido.

Justicia restaurativa

Durante la sesión en comisión, Giménez-Salinas ha explicado que si bien la defensa de los derechos humanos en toda su extensión se ha hecho siempre desde que se creó la figura de síndico, le gustaría introducir el concepto de justicia restaurativa. "Porque lo contempla la ley, pero también porque las soluciones pactadas son siempre mejores que las impuestas," ha dicho. También ha hablado de la importancia que no haya impunidad y que la víctima esté en el centro y se sienta escuchada y reciba una buena atención. Sobre el sistema punitivo y penitenciario se ha mostrado a favor de una revisión. ¿"Por qué tenemos que estar en un sistema penitenciario del siglo XVIII"?, se ha preguntado apostando por otro con soluciones "más humanas" y con mejores resultados. En este sentido, ha cuestionado los muros físicos de las prisiones y ha planteado apostar por otros sistemas de vigilancia que involucren a menos gente en las prisiones y más a fuera participando en tareas activas.

Aparte, quiere situar la protección a la infancia como otro eje del mandato que, por ejemplo, fomente al máximo el acogimiento familiar. También ha considerado que hace falta una revisión de las leyes para que estas se adapten a una realidad con más inmigración. Además, Giménez-Salinas ha afirmado que cree en la proximidad y ya ha adelantado que colaborará con otros defensores, como el Defensor del Pueblo. La candidata también ha confesado que cuándo le propusieron ser candidata tuvo muchas dudas: "Un cargo como este no lo buscas nunca y, si te llega, dudas". Según ha afirmado, se lo toma como el final de su carrera, aunque ha destacado que no se ve 17 años en el cargo. Giménez-Salinas ha evitado posicionar sobre el mandato de Rafael Ribó. "Yo no critico nunca al antecesor ni juzgo", ha sentenciado.

 

Un pacto a tres bandas

Sobre el hecho de que tres partidos propusieran su nombre en el seno de un pacto a tres bandas por diferentes cargos de instituciones, ha dicho que no tiene nada que ver con el pacto y ha remarcado que ella no es "de nadie". "La primera sorpresa fui yo", ha explicado. Con todo, también ha dicho que el hecho de que hubiera un pacto de una mayoría la hizo decidir. El pacto a tres bandas ha sido precisamente valorado por los grupos integrantes y criticado, por otra parte, por la mayoría de los grupos que no han formado parte del acuerdo.

El PSC ha celebrado el acuerdo porque el "bloqueo" a las instituciones no es bueno y ha considerado que Giménez-Salinas podrá aportar una nueva etapa a la sindicatura. En este sentido, los socialistas han criticado que Ribó ponía más en el centro un personalismo que al ciudadano. A su vez, ERC ha compartido que hace falta una nueva mirada con perspectiva de género a la justicia y también que esta sea más restaurativa. JxCat ha mostrado interés por el hecho de situar a las personas "en el centro" y ha afirmado que la justicia actual es "arcaica". Por el contrario, el resto de grupos se han mostrado críticos con el proceso que ha llevado a la candidata hasta aquí.

Vox se ha mostrado contrario directamente con la figura del Síndic de Greuges, al margen de nombres, ya que considera que es una figura "superflua" teniendo en cuenta la existencia del Defensor del Pueblo. En todo caso, el grupo le ha pedido a Giménez-Salinas que sea "imparcial" y "objetiva" y no se deje "influir" por los partidos que la han propuesto. La CUP ha lamentado que en su día los grupos que la propusieron se negaran a hablar "con nadie más" y le ha pedido a Giménez-Salinas por su plan de trabajo para garantizar los derechos individuales ante intereses económicos y grandes empresas que prestan servicios básicos. Desde En Comú Podem han tildado de error que no se buscara ampliar el consenso en torno a la candidata, un problema "de base". Finalmente, Cs ha recordado a la candidata que su posición como futura síndica es "primordial" para la protección de los derechos y ha lamentado que Ribó "haya desprestigiado profundamente" la institución. Por estos motivos, el dictamen que se ha votado para proponerla en el pleno como candidata se ha aprobado con los 12 votos favorables de los grupos que la propusieron -PSC, ERC y JxCat- y los 4 votos contrarios de Vox, ECP, CUP y Cs.