En medio de la bajada del uso del catalán en las escuelas, la Generalitat responde. El conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, y la presidenta del Consell Lingüístic Assessor del Govern, Carme Junyent, han presentado este miércoles el informe que tiene que permitir revertir la situación e incrementar la presencia de esta lengua en las aulas. Un documento que cuenta con un total de 50 puntos y que comprende varios aspectos del sistema educativo, pero también más allá. La misma Carme Junyent ha explicado que la voluntad del informe es "revitalizar" el catalán, y que tiene que servir para que todo el profesorado lo respete y lo fomente en sus clases. "El catalán, y también el aranés allá donde corresponde, tienen que ser el eje de la escuela catalana. Las aulas tienen que tener un carácter compensatorio, porque en la situación de retroceso en que nos encontramos, y aunque la escuela es un reflejo de la sociedad, también es un motor de la sociedad, y lo tiene que ser en materia de lengua".

Los 50 puntos del informe

El documento parte de la idea que el catalán, y también el aranés, tiene que ser el "eje vertebrador" y la lengua "referencial y de aprendizaje", aunque añade que los proyectos lingüísticos de cada centro pueden prever el castellano como lengua de aprendizaje, en la línea de la ley aprobada en el Parlament por ERC, Junts, PSC y comuns. Ahora bien, subraya la necesidad de que las aulas actúen para compensar la caída del uso social del catalán en el ámbito público, incrementando su presencia. También señala que el Departamento de Educación tiene que garantizar la formación básica en el campo de la sociolingüística y en estrategias de asertividad lingüística a todos los profesores en el plazo de tres años, mientras que apuesta porque los alumnos tengan que superar una prueba para obtener un certificado de nivel de catalán al final de la ESO, de manera que deje de ser automático como se hacía hasta ahora.

 

Entre algunos de los otros puntos principales, se pide garantizar que el catalán sea la lengua de acogida educativa en la etapa de 0-6 años y en el caso de alumnos que se incorporan tardíamente al sistema educativo". También se propone impulsar las relaciones "con centros educativos de otros territorios de lengua catalana para favorecer el reconocimiento mutuo y fortalecer el ámbito lingüístico común". Y se hace una apuesta muy decidida por el ámbito digital de las redes y las plataformas. El documento cree conveniente introducir actividades "elaboradas y realizadas conjuntamente con profesionales de las redes sociales que promuevan el uso de la lengua catalana y el aranés", así como organizar concursos y actividades interescolares para crear "producciones comunicativas propias" e incrementar la oferta de materiales audiovisuales en catalán.

 

Cambray: "En Catalunya se tiene que vivir en catalán"

El conseller Gonzàlez-Cambray ha agradecido el trabajo hecho por el Consell Lingüístic Assessor, órgano que se puso en marcha hace solo unos meses, el 1 de marzo. Él mismo ha reconocido la bajada del uso del catalán, e incluso ha detallado que la encuesta que puso en marcha recientemente su Departamento sobre esta cuestión (y que todavía no se ha publicado) está confirmando este retroceso. "No nos gusta y, por lo tanto, pasamos en la acción y actuamos". Por eso, ha reivindicado positivamente el documento, que ha descrito como "valioso", y tendrá que servir para aprobar un decreto del Govern que "incorporará el informe" del Consell Lingüístic, el cual permitirá desplegar el régimen lingüístico de la Ley de educación de Catalunya. Cambray ya informó de que la Conselleria redactará un decreto con el cual se pretende "fortalecer el modelo lingüístico de la escuela catalana y dotar de mayor seguridad jurídica los proyectos educativos de los centros", si bien este no estará hecho hasta el año que viene.

"Un elemento relevando del informe es que no solo refleja el proyecto lingüístico de cada centro, sino también cuál es el uso del catalán entre jóvenes y niños. En Catalunya, el objetivo principal es vivir en catalán, amar en catalán y relacionarnos en catalán", ha defendido. En este sentido, ha situado la escuela como uno de los espacios donde se puede solucionar la situación, y para hacerlo se tiene que llegar a los alumnos dando "un paso adelante" en las redes sociales, los referentes comunicativos e influenciadores, y los materiales audiovisuales que se utilizan en las aulas.

También ha advertido nuevamente que el profesorado "no puede escoger la lengua en que da la clase", sino que tiene que adaptarse al proyecto lingüístico de cada centro. Según la nueva normativa, impulsada por el Departamento como respuesta a la sentencia del 25% de castellano en las aulas que impuso el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, las escuelas tienen que plantear un proyecto educativo, que tiene que incluir el aspecto de la lengua, y que posteriormente tiene que aprobar el Departamento de Cambray. "No solo se tienen que poner en marcha, sino que también se tiene que hacer un seguimiento para que estos proyectos se cumplan en las aulas, y después se tiene que sistematizar la evaluación".