Como hace dos años, un nuevo golpe policial presiona al independentismo y actúa preventivamente a las movilizaciones masivas que pueda haber para conmemorar el 1-O y en respuesta a la sentencia del juicio al procés.

Con un espectacular dispositivo, que recuerda a los que se hacían en los años ochenta en el País Vasco en las operaciones antiterroristas de ETA, hoy la Guardia Civil ha puesto todos sus medios a disposición de la Audiencia Nacional. El juez de instrucción número 6, Manuel María García-Castellón García-Lomas, ha hecho detener a nueve personas y ha ordenado diez registros en Sabadell, Mollet del Vallès, Cerdanyola, Santa Perpètua de Mogoda, Sant Pere de Torelló y Sant Fost de Campcentelles.

A media tarde, después de interrogar a dos de los detenidos en el cuartel de la Guardia Civil de Travessera de Gràcia de Barcelona, la policía ha dejado en libertad y con cargos por un delito de terrorismo a dos de los arrestados. Los demás van directos a Madrid.

Los registros han durado más de 15 horas. El último se ha acabado sobre las ocho y media de la noche cuando la Guardia Civil se ha llevado de la calle Antoni Cusidó, de Sabadell, al último detenido. De su casa se han llevado una caja y un arco y unas flechas. Habían entrado poco antes de las cuatro de la tarde para hacer un registro con los Tedax y la unidad canina.

Los detenidos están acusados de terrorismo, tenencia de explosivos y rebelión. La fiscalía avala la acusación y concreta que los detenidos preveían hacer explosivos para las movilizaciones entre el 1-O y el anuncio de la sentencia. Y califica a los arrestados de grupo terrorista catalán para la secesión. El ministerio público va a máximos en una acción que los abogados de los detenidos califican de nuevo movimiento político. Xavier Pellicer, portavoz de los abogados, con quien ha hablado ElNacional.cat, no reconoce los delitos de terrorismo, tenencia de explosivos ni rebelión por los cuales acusan a los detenidos. "Es el mismo modus operandi del caso de Tamara, Adrià o el caso Pandora", dice Pellicer a este diario. De hecho, dirige el caso el mismo juez.

La Guardia Civil ha hecho el seguimiento de los detenidos y en algunos casos ha habido escuchas telefónicas. En el caso de Tamara, un mensaje de Whatsapp precipitó su detención. Esta mañana en Sabadell también se hablaba de alguna conversación telefónica que habría sido el detonante. Otra cosa son los materiales que se han requisado. En el local de Festes Majors de Sabadell había material pirotécnico. La Guardia Civil también habla "de otras sustancias" que dice que ahora tendrán que analizar en la unidad de policía científica y Tedax para comprobar si realmente se podían hacer explosivos con lo que se ha encontrado.

A los siete detenidos que van hacia Madrid se les está aplicando la ley antiterrorista. Eso quiere decir que los traslados se hacen a Madrid sin hacer interrogatorio en Barcelona, a pesar de que a los arrestados se les ha hecho un reconocimiento médico en el cuartel de Sant Andreu de la Barca. También quiere decir que están incomunicados. Y que las detenciones se pueden alargar hasta 5 días antes de pasar a manos del juez de la Audiencia Nacional que es quien les tiene que tomar declaración. En Madrid, la Guardia Civil también los interrogará antes de la declaración en sede judicial.

Los detenidos

Hay cuatro detenidos en Sabadell, uno en Mollet, uno en Cerdanyola, uno en Santa Perpètua, uno en Sant Pere de Torelló y uno en Sant Fost. Tres de ellos son del grupo de los 9 de Lledoners acusados de intentar impedir la salida de los presos políticos de Lledoners cuando iban al juicio en Madrid. Les imputan los delitos de robo con fuerza, lesiones, grave riesgo para la circulación, atentado a la autoridad y desórdenes públicos. Pero la operación de hoy va más allá. No tiene nada que ver con estos hechos. De hecho, hoy se da un paso adelante, como pasó con la otra operación contra los CDR por los hechos del 3 de octubre que acabó con Tamara Carrasco y Adrià Carrasco acusados por desórdenes públicos después de las acusaciones de terrorismo del mismo juez de la Audiencia Nacional que dirige las detenciones de hoy.

Los detenidos tienen entre 35 y 45 años, algunos de ellos están vinculados a entidades ecologistas, ERC o la CUP. Entre ellos hay un matrimonio con hijos de Sabadell.

Hasta entrada la tarde ha habido expectación en la calle, delante de donde se hacían los registros. El último en la calle Antoni Cusidó, donde a las cuatro menos cuarto de la tarde han llevado a uno de los detenidos para registrar su piso. Hasta 15 vehículos policiales formaban la comitiva judicial que ha llegado con agentes de los artificieros y la unidad canina.

Después, la calle la ha tomado la ciudadanía con movilizaciones por todo el territorio, encabezadas por las poblaciones en las que se han hecho las detenciones.