Militares de la fuerza aérea de Benito Mussolini podrían haber cobrado pensiones del Estado español después de bombardear ciudades republicanas como Barcelona, incluso después de la muerte de Franco.

La asociación AltraItalia es un grupo de italianos residentes en Catalunya que busca la persecución de los militares de su país que bombardearon a población civil catalana durante los años 1937 y 1938.

En el año 2013 presentaron una causa a la jueza Olalla Ortega Herrero, pero esta archivó el caso, que la Audiencia de Barcelona obligó a reabrir. Además, la misma Audiencia ha tenido que intervenir en determinados momentos del proceso por la denegación de la jueza en diligencias solicitadas por las acusaciones, como el Ayuntamiento de Barcelona.

El informe presentado por la acusación ha sido elaborado por un historiador italiano, que pretende identificar a algunos aviadores que participaron de los bombardeos efectuados en Barcelona desde las Illes Balears. Aunque en total han contado a 139 aviadores, el grupo pretende saber qué militares recibieron condecoraciones de las autoridades franquistas una vez acabada la guerra. Saben que algunas de estas distinciones consistían también en ayudas económicas, por lo que existe la sospecha de que algunas se mantuvieron después de la muerte de Franco, es decir, con la Constitución del 1978 ya vigente.

Para hacer todo esto, según informa el diario Ara, las acusaciones piden que la jueza requiera información a las autoridades italianas y a la Agencia Tributaria española, pero la magistrada no ha parado de poner trabas al caso.

El informe se ha elaborado gracias a la consulta de archivos históricos militares italianos, que incluyen los diarios de vuelo de algunas unidades aéreas. En estos documentos se dice que los bombardeos son efectivos para crear "terror" a la población civil, y que pueden provocar una "pesadilla insostenible que obligue a rendirse".