Los cuatro meses y 52 sesiones que duró el juicio da por muchos momentos y pequeños detalles que seguro que todavía quedan por conocer. Uno de ellos se ha desvelado hoy. En una conferencia organizada por Alerta Solidària, Esther Cuixart, hermana de Jordi Cuixart, ha explido que el juez Marchena pidió por los pasillos del Tribunal Supremo que no sonriera.

Una gestualidad que no gustó al presidente de la Sala Segunda del Penal y que recriminó fuera, incluso, de la sesión de celebración del juicio y de cuando el presidente de Òmnium declaraba.

Ante la situación actual, la hermana de Cuixart se muestra optimista: "Hay represión pero podemos girarla, no tenemos miedo". La charla se ha enmarcado en la Jornada anti-repressiva y se ha celebrado esta mañana en Granollers en un formato de mesa redonda que ha acabado con un vermú solidario.

Una portavoz oficial del Tribunal Supremo se ha puesto en contacto con El Nacional esta noche para asegurar, en nombre del juez Manuel Marchena, que estas afirmaciones de la hermana de Cuixart son "radicalmente falsas".

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