En este momento, sólo se sabe que Más Madrid, la formación de Íñigo Errejón y Manuela Carmena se presentará a las elecciones generales del 10-N. Así lo decidió este domingo en una asamblea general. También que la exalcaldesa de Madrid se ha descartado para ser la candidata. Todo apunta que lo será el exnúmero dos de Pablo Iglesias, pero está totalmente desaparecido del mapa. Ni siquiera se le vio el día que la nueva formación decidió concurrir a la repetición electoral. Tampoco se sabe a ciencia cierta en qué circunscripciones formalizará candidatura. Hay poca información pública y mucha especulación. Pero ya ha bastado como para abrir el primer frente de conflicto en Unidas Podemos: el de sus aliados. Iglesias tendrá que hacer lo imposible para retenerlos.

Hay uno que ya ha cambiado de bando, al que consideran caballo ganador. Este mismo lunes, en una entrevista en Televisión Española, el secretario general de Podemos revelaba que estaba en conversaciones con la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, para rehacer la coalición que rompieron en las últimas generales (y que llevó a Compromís de ocho a un diputado en el Congreso). Pero la realidad ha acabado siendo otra. La formación valencianista reunió este lunes por la noche su dirección y acordó concurrir a los comicios o bien con una candidatura amplia con Unidas Podemos y la plataforma de Íñigo Errejón, o bien, si no es posible, sólo con los errejonistas. Si bien no presentarían listas conjuntas con Más Madrid, sí firmarían un acuerdo para incorporarse a su grupo parlamentario. Este martes preguntarán a las bases para que lo ratifiquen. La ruptura ha empezado

El debate también se ha abierto de pleno en la formación ecologista Equo, hoy integrada dentro del grupo de Unidas Podemos. Este mismo lunes por la noche se reunió la ejecutiva del partido, que acabó convocando también una consulta telemática a sus bases para escoger a su socio: ratificar la alianza con Pablo Iglesias, iniciar una nueva aventura con Íñigo Errejón o ir solos. Apurarán los plazos para celebrar la consulta para tener opciones concretas sobre la mesa. Su diputado, Juantxo López de Uralde, se ha expresado a favor de continuar como hasta ahora, pero ni siquiera forma parte de la ejecutiva. Y ya ha perdido la batalla interna contra la celebración de la consulta.

Por su parte, los anticapitalistas andaluces de Adelante Andalucía, bajo la batuta de Teresa Rodríguez, están intentando lo que a estas alturas parece imposible: que haya una sola papeleta de la izquierda en Andalucía aparte del PSOE. El objetivo es sumarse todos en una misma lista, que aglutine Podemos, Izquierda Unida, Izquierda Andaluista, Primavera Andaluza y, también, el errejonismo. Y lo quieren hacer con entidad propia, como en En Comú Podem o Galicia en Común. Esta posibilidad parece muy lejos de tener éxito.

Los comunes de Ada Colau son, hoy por hoy, los que más claramente han posicionado al lado de Pablo Iglesias. La confluencia catalana, que mantendrá a Jaume Asens como cabeza de cartel, da por consolidada su alianza con Podemos. "Suponemos que en Catalunya no se presentará esta candidatura", ha llegado a decir Asens este lunes, aunque los errejonistas debaten presentarse en Barcelona, donde las encuestas les dan representación. "Todo lo que sea fragmentación y división no suma", ha advertido el dirigente de Catalunya en Comú.

Desde Unidas Podemos aseguran que no están "preocupados" por la concurrencia de la plataforma de Errejón, con el nombre que escoja, a las elecciones generales. Lo ven "legítimo y previsible". La realidad, sin embargo, es que su presencia invisible ya empieza a hacer daño e inquieta. Hay nerviosismo. El viernes pasado, en una entrevista en Antena 3, Pablo Iglesias no guardó los puñales contra el actual portavoz autonómico de Más Madrid. Desde "nunca le ha interesado la política autonómica" hasta "tarde o temprano será un actor estatal, ya sea con su partido o con el PSOE". Un actor estatal que puede terminar de enterrar sus pretensions de un gobierno de coalición con el PSOE.

Mientras, un Pedro Sánchez sonriente observa el posible naufragio a resguardo desde la otra costa, la de Nueva York, el mismo día que se han disuelto las Cortes para volver a las urnas.