"Si no hay rebelión ni malversación, todos a casa". Así se ha referido el diputado de ERC Ernest Maragall a las "contradicciones explícitas" entre el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena y el ministro Cristóbal Montoro. En este sentido, ha señalado que la justicia alemana ya ha tumbado la acusación de rebelión y que Montoro ha desmentido el procesamiento por malversación, al afirmar que no se destinó dinero público al referéndum. En lugar de "dos millones de euroes", fueron "dos millones de votantes", ha sostenido.

Sobre el informe de la Guardia Civil que apunta a las subvenciones que recibió el grupo parlamentario de Junts pel Sí, Ernest Maragall se ha mostrado "convencido de que cada grupo hizo el uso correcto de sus subvenciones". Ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa desde el Parlament este jueves, acompañado de gran parte del grupo parlamentario, con una camiseta con la inscripción "Yo también hice el 1-O".

De esta forma, ERC se ha querido solidarizar con los presos que durante esta semana han declarado ante el Tribunal Supremo, haciendo suyas todas las declaraciones, marcadas por una línea de defensa más dura. "Queremos dejar claro nuestro orgullo de ser parte indestriable del 1 de octubre y nuestro compromiso de orientar nuestro futuro a partir de este legado", ha reivindicado Maragall.

En este sentido, el diputado republicano ha hecho de la libertad de los presos y el retorno de los exiliados "una condición necesaria para avanzar hacia un futuro libre". Ha asegurado que "sin los rehenes" del Estado español no se podrá tirar adelante. "Este Estado, cegado por la rabia y la frustración, no quiere admitir lo que el mundo entero ya sabe: que Catalunya es una sociedad que expresa su voluntad libre de existir", ha remachado.

Sobre la visita del diputado socialista Carles Castillo a Oriol Junqueras en Estremera, el también exdirigente socialista lo ha valorado positivamente. "Lo que no es normal es que se les tenga que ir a ver a la cárcel", ha lamentado. Ha esquivado las preguntas relativas a la investidura y las negociaciones, remitiéndose al posicionamiento de ERC durante las últimas semanas: la necesidad de formar un Govern efectivo cuanto antes mejor.