Cuando ERC escogió arrancar los contactos para formar gobierno con la CUP no fue una desició aleatoria, sino que respondía a la estrategia de presionar a Junts de rebote a través de las concreciones con los anticapitalistas. Ya de buena mañana, uno de los integrantes de la delegación negociadora de los republicanos, Sergi Sabrià, anunciaba que las conversaciones van mejor con los cupaires que con los de Puigdemont, con quien les está costando más. Instantes después los republicanos volvían a reunirse con los dos partidos por separado. En el caso de la CUP, ERC califica el contacto de "paso adelante". De momento, sin embargo, no ha trascendido ningún acuerdo concreto, pero sí las líneas maestras de por dónde se encaminan.

El encuentro ha servido para pasar a una nueva pantalla, después de que los primeros contactos se hayan centrado en el debate sobre el modelo seguridad y de orden público de Catalunya. Este lunes, los dos partidos han abierto nuevas carpetas, en que han encontrado más coincidencias, especialmente, en las políticas de izquierdas. Sobre la mesa, hoy, la respuesta a la salida de la crisis derivada de la pandemia. Específicamente, han hablado de políticas de vivienda, de salud y de cómo reforzar los servicios públicos. La CUP, por ejemplo, exige que la sanidad sea 100% pública y se reviertan todas las privatizaciones pendientes.

En paralelo, se ha abierto otro frente pendiente, que tiene que ver con cuáles tienen que ser los próximos pasos que habrá que hacer en esta legislatura en el camino hacia la independencia. En este caso comparten la opinión de que hay que volver a celebrar un referéndum. 

A la salida, ambas formaciones han coincidido en que se está avanzando, pero sin duda, ERC ha puesto mucho más optimismo, con frases como "paso adelante en las negociaciones" y "avances notables"

La CUP, más prudente, mira a Junts y comunes

Los anticapitalistas han preferido ser más prudentes, advirtiendo de que todavía no se pueden "concretar acuerdos" y dejando claro que "todos los escenarios están abiertos". La CUP ha postrado la mirada en los otros dos actores implicados en las negociaciones para hacer gobierno. "Estamos trabajando para ver hasta qué punto hay compromiso, no sólo por parte de ERC, sino también de Junts y los comunes", ha asegurado el diputado cupaire Xavi Pellicer, en una rueda de prensa.

Con respecto al otro foco de negociación, lo que tiene que ver con el modelo de orden público, la CUP ha señalado que no les parece mal abordar a medio y llargo plazo un debate más general sobre seguridad, pero ha insistido en que hay cuestiones urgentes que hay que resolver de manera inmediata, como son el uso del foam, las acusaciones particulares de la Generalitat contra activistas, el papel de la Brimo en los desahucios y la impunidad de las malas praxis policiales. Son, dicen "consensos que no pueden esperar" y con los que, además ERC, se tienen que comprometer Junts y los comunes.

 

En la imagen principal, un momento de una votación en el Parlament de Catalunya / ACN