Llegar a consensos no es cosa fácil, y a veces, cuando se llega, es mejor no hablar muy fuerte para evitar que se rompan. Tan pronto como los partidos presentaron la ley del catalán ya se vieron algunas diferencias: mientras que para el PSC este nuevo marco normativo fija el castellano como a vehicular, para los partidos independentistas eso no es así de ninguna de las maneras. Este miércoles la discrepancia no ha sido notoria durante el debate donde se ha aprobado la ley ad hoc de los partidos para proteger la inmersión, pero si que los discursos han ido en líneas diferentes. Mientras que el PSC y los comuns han dedicado parte de su discurso a reivindicar el castellano, ERC y Junts han insistido que esta ley es para blindar el catalán en la escuela combatiendo los tribunales.

El líder del PSC, Salvador Illa, ha reivindicado inicialmente que llegar a consensos como el alcanzado este miércoles es el mejor servicio que se puede hacer al catalán, y ha esperado que este acuerdo no sea un punto de llegada sino de salida. Ahora bien, ha querido ser muy claro sobre el castellano: "Defender el catalán no es atacar el castellano, que también es la lengua materna de los catalanes". También ha intervenido a la socialista Esther Niubó, que ha asegurado que la ley "en ningún caso vulnera la normativa, desafía los tribunales ni busca la confrontación".

La republicana Mònica Palacín, bien al igual que hizo el martes Marta Vilalta, ha cargado contra Vox, Cs y PP por haber intentado parar la ley en un ejercicio de filibusterismo, y una vez más ha invitado a la CUP a sumarse al consenso, también en el decreto del Govern que se tendrá que aprobar dentro de unos días en el Parlament, una vez supere el trámite del Consejo de Garantías, donde la derecha lo ha llevado|traído para frenar su curso.

El diputado de Junts Francesc Ten han defendido la importancia de impulsar este decreto ley para huir de los porcentajes impuestos por "la justicia politizada del estado español", y ha explicado que se abstendría en la votación para hacer una muestra de apoyo al activista  Salvador Ribot, que está haciendo huelga de hambre por el catalán en la escuela. También la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha iniciado su intervención recordando al activista de Celrà, y también ha dado las gracias "a todos los estamentos" del sistema educativo y a todas las entidades y personas que trabajan "para garantizar que el derecho al aprendizaje en la lengua sea una realidad día a día".

Desde los comuns, Jéssica Albiach ha reivindicado el castellano y el catalán como la lengua de todos, y ha pedido no atribuirlo a un sector en concreto: "Igual que el catalán es la lengua de todos y no la regalamos al independentismo, el castellano no es de la derecha españolista, también es nuestra lengua". Por su parte la diputada también de los comuns Jéssica Gonzàlez ha reivindicado el consenso alcanzado y ha pedido que se deje trabajar en paz a los docentes.